TP | Las personas a veces no son cómo las conocemos, pueden tener adentro emociones retenidas que en cualquier momento explotarán.
Irene Black Díaz regresa a California, el lugar donde nació, sin saber que estaría involucrada en medio de una rivali...
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Los chicos estaban en el nuevo dojo del Valle llamado "Cobra Kai", el vecino o más bien el sensei llamado Johnny Lawrence (Miguel e Irene apenas se habían enterado como se llamaba) estaba frente a ellos.
— Un estudiante sólo habla cuando le hablan ¿está claro?
— Se dirigirán a mi como sensei ¿entendido?
El sensei era muy mandón.
— Si, sensei — dijeron los dos.
— Bien ¿están listos para empezar?
— Si, sensei
Al instante, el sensei derribó a los dos al mismo tiempo.
Irene estaba segura que le haría vomitar el desayuno y ni hablar del asma de Miguel.
— Primera lección, golpea primero
Por el rato que estuvieron ahí, descubrieron que el sensei era muy duro para entrenarlos, supieron que lo que quería él era que no fueran débiles, enseñaba de una manera algo extrema, pero a los chicos no les desagradó.
En resumen, no debíamos tener piedad y al sensei le valió un pepino si Miguel tenía asma.
Aunque Irene pensaba que a veces si debíamos tener piedad con algunas personas, aunque no lo dijo ya que si lo hacía, la derribaría tan fuerte que ahora si vomitaría toda la comida de la semana.
Otra cosa, el sensei a veces era muy... desvergonzado, pero en realidad hablaba muy gracioso, sin pelos en la lengua.
Miguel hablaba y hablaba, tanto que les pusieron a hacer flexiones, él no podía hacerlas e Irene hizo la mitad de éstas con dificultad, aunque le divertía ver cómo regañaban a Miguel.
Más tarde el sensei les puso a hacer tareas domésticas, cosa a los chicos no les gustó.
— Sabes Mimi, a los sirvientes al menos les pagan por hacer esto, a nosotros no
— Riri, el sensei sabe lo que hace
— Lo sé, pero podríamos empezar a aprender karate de una vez, en vez de barrer o limpiar vidrios
— Estoy seguro que si hacemos esto, aprenderemos algo
— Como digas
En eso llegó el sensei.
— Sensei, ¿esto que hacemos que tiene que ver con el karate?
— No cuestiones mis métodos
Sólo si espero aprender karate.
Miguel platicaba con el sensei acerca de sus trofeos, el sensei les platicó que ganó el primer lugar en su primer torneo, del segundo no les contó.
A Miguel le marcó la madre de los chicos, ellos le habían dicho que iban al club de debate por las tardes porque a Carmen no le gustaba la violencia.
