°24°

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"Las fuertes manos de katsuki se aferraron a la cintura descubierta de Shoto, con cada empuje apretaba aun más, dejando así las marcas de sus dedos sobre la piel sensible del otro.

Mientras que el aliento de Shoto pega y empaña constantemente la mesa de metal sobre la que su cuerpo es arremetido una y otra vez, sus manos luchan por aferrarse a algo, pero la superficie es demasiado lisa. Además que la sangre sobre sus manos le dificulta aun más su cometido."

Ninguno de los dos tenía idea de cuanto tiempo llevaban ahi dentro, lo unico que si sabían era que no pensaban detenerse, al menos, no pronto.
Katsuki está desesperado por joderlo más allá de su limites una vez más.
Y Shoto puede sentirlo por la fuerza y la profundidad de las embestidas.
Era tan rudo, violento y brusco, como placentero para ambos.

Katsuki se inclinó sobre la espalda de Shoto y mordió su cuello con fuerza, arrancandole un gemido de dolor mezclado con placer.

-p-porfavor...vamos a la habitación-

La superficie era demaciado dura e incomoda para Shoto, el borde de la mesa se enterraba duramente en sus caderas y Katsuki hacía precion sobre su espalda, haciendo que a su vez la precion lastime sus costillas con el metal.

-¡ahora no!- tomó violentamente un mechón de cabello y jalo hacia atras para hacer espacio en el cuello de Shoto y morder con fuerza. Al mismo tiempo que pegó duramente  en el interior de Shoto.

Un segundo despues la espalda del menor se arqueo y los espamos le llegaron con fuerza. Katsuki sintió claramente como el agujero de Shoto se contrajo y lo apreto llenandolo de placer. Se aferró con más fuerza al cuerpo contrario, mientras se liberaba dentro de Shoto. En cambió él ya se había corrido mucho antes, pero a katsuki le gustan los espasmos que la sobre estimulación le provoca.

El menor gimio con necesidad de aferrarse a algo, pero nada, solo podia ser arrastrado por las manos de katsuki.
Cuando este volteó por completó el cuerpo de Shoto, dejándolo boca arriba, pudo notar las lágrimas que dejó caer por el placer.

El rubio limpió los rastros de humedad que había en el rostro contrario y tomó bruscamente los cachetes de Shoto para besarlo con desespero y lujuria.
Todo con Katsuki era agresivo y brusco, así que Shoto ya no se quejó, ya estaba a acostumbrado a ese trato.

Katsuki se separó del menor dejandolo respirar un momento, antes de ordenarle vestirse, para poder limpiar todo el desastre de fluidos y sudor que habia quedado en la mesa de metal.

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Ahora que todo estaba en completo orden y en "paz", Shoto estaba dormido, pero katsuki no logró conciliar el sueño. Sus pensamientos no le dejan dormir, ahora que Shoto era dócil con él  y no le tenía el mismo miedo que antes ya no le interesa de la misma forma. A él le gusta someter a las personas y causar terror en la mirada de estos, pero Shoto ahora lo ve diferente.

De la nada le llegó un flashback de esa noche en el cuarto de tortura, Shoto estaba llorando, pero no de miedo, no de dolor, esas lágrimas habían sido por puro placer. Esta confundido, no sabe porqué se siente de esa forma, anteriormente él pudo apuñalar a Shoto apenas sintiera que ya no le emociona tenerlo. Pero ahora lo tiene ahí durmiendo a su lado.

Katsuki salió de la habitación para evitar hacer una locura, o bueno, otra más de tantas que a hecho.

En el patio, bajo la luz de la luna encendió un cigarro y trato de relajarse con cada exhalación. Recordó una frase que su padre le había gritado en el pasado.

"¡Por puto marica nunca podras ser fuerte como yo!"
"¡que vergüenza!".

Él en su interior entendió el porque se acostaba con hombres, le gusta someterlos y dominarlos, pero siempre quiso mantener distancia y no permitirse sentir algo más que deseó carnal.
Su padre le clavó a la fuerza, aunque él no quisiera, la idea de que amar a un hombre era malo y desagradable y que era algo que lo hacía débil, pero ser completamente dominante y rebajarlos a un simple objetó lo hacía sentirse con poder, y olvidar las palabras de su pabre.

 𝑷𝒐𝒓 𝑼𝒏𝒂 𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂~ (ᵇᵃᵏᵘᵗᵒᵈᵒ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora