°2°

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Al despertar Shoto sintió un fuerte dolor en su cabeza y brazos, cuándo intentó moverlos se dio cuenta de que estaban fuertemente inmovilizados, pronto se dio cuenta de que todo estaba oscuro y ahi fue que cayó en cuenta de lo que estaba pasando, trato de gritar, pero tampoco fue posible, la desesperasion que lo invadió, hizo que pronto su respiración se hiciera más fuerte y pesada. La superficie en la que estaba era muy blanda; una cama.

Quiso moverse, pero algo duro en su cuello le hizo casi ahogarse despues de apretar fuertemente su garganta, el panico se elevó en su cuerpo, esa manera de atarlo no era normal, con las muñecas detras de su espalda fuertemente atadas y sus brazos inmovilizados también, ya casi no sentia los tobillos y sus muslos, pues la cuerda prácticamente se hundia en su piel descubierta y lo más inquietante era que parecía tener un collar/cadena en el cuello que lo ataba a algo, estaba asustado y miles de pensamientos lo invadieron, en los que ninguno de ellos él salia ileso.

¡quizá lo asesinarian y venderian sus organos!, o ¡tal vez le torturarian de maneras atroses hasta matarlo!, o podria ser que lo hayan vendido a un tipo mayor, obeso, calvo y con problemas de transpiración, despues de todo su padre seria capaz de hacer eso a cambio de poder meterse tanta droga posible hasta destruir por completo su propio sistema.

Aquella desesperación llegó a oidos de su captor.

Katsuki entró a la habitación y observó como el pecho del menor subia y bajaba con desesperación de alcanzar aire. Notó como movía su cabeza de arriba a abajo, sobre la cabecera de la cama, tratando de quitarse la venda de sus ojos, el rubio se acercó en completo silencio, tomo sus cachetes impidiendo que siguiera moviéndose y asustandolo.

-no hagas eso- dijo de forma neutra y shoto se arrebató del agarre. Dejando salir un quejido de angustia. -despertaste algo tarde. ¿dormiste bien?-. El rubio hablaba como si fuera una situación completamente normal y Shoto se sentia abrumado ademas de que la cinta en su boca no le dejaba respirar con regularidad, o tal vez era sus ansiedad por no poder ver ni hablar y mucho menos defenderse de aquel tipo. Así que no hubo respuesta.

-esta bien, entiendo que estas confundió. Y tienes miedo, tiemblas como un cachorro perdido- katsuki comenzó a acariciar la cabeza de Shoto como si fuera un perro y este se volteo con fuerza a lado contrario, demostrando que estaba enojado y que no le agradaba el "apodo". -tranquilo cachorrito, seré amable contigo, siempre y cuando tu seas obediente ¿deacuerdo?- Shoto negó con la cabeza y comenzó a sollozar, sospechando de lo que queria el hombre que estaba con él. Ya había escuchado eso antes "solo obedece y no te haré daño".

Katsuki estaba sorprendido con la acritud del menor -supongo que todavia no lo entiendes...lo explicare rapido- acarició nuevamente el cabello contrario, aun que, con cada toque el otro se alejaba de él, -el bastardo de tu hermano te vedio, básicamente- la respiración del mas bajo se detuvo por un momento y comenzó a tratar de procesar lo que estaba escuchando -él muy idiota perdió una estupida apuesta y pagó con su pequeño hermano. ¿qué dices al respecto?-

La cinta que estaba es su boca fue arrancada bruscamente, trayendo en el proceso pequeños pedazos de la piel de sus labios, al instante la sangre comenzó a brotar y él solo suspiró pesadamente y humedecio sus labios para poder hablar, todo ante la atenta mirada carmesí que le veia fijamente sin perder ningún detalle.

-De q-que hablas, ¿mi hermano? Él jamas haria eso. ¿quien eres?, dejame ir ¡por favor! Porfavor yo...- fue interrumpido con un golpe en su mejilla que no le causó mayor daño, solo fue una advertencia.

-¡Ey!, ssh calmate- katsuki cubrió su boca con su mano y cuando el heterocromatico se calmo un poco la retiro. -tu hermano mayor, Dabi, él es el culpable de que estes aquí-.

 𝑷𝒐𝒓 𝑼𝒏𝒂 𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂~ (ᵇᵃᵏᵘᵗᵒᵈᵒ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora