Capítulo 7: Algo Extraño

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Llega el lunes y toca volver a la rutina, siempre me pasa lo mismo. Entro a clase y me siento en el pupitre al lado de Domenico, aun sabiendo que no se sentará a mi lado y se irá al fondo de clase solo, y Valerie lo sustituirá. Toca inglés, me gusta mucho la asignatura, pero el profesor es demasiado estricto y hace las clases más aburridas que he visto nunca. Estoy tranquila sacando mis cosas cuando de repente Domenico llega y se sienta a mi lado. Cuando ha llegado Valerie nos ha mirado sorprendida, me ha sonreído y se ha sentado en la mesa donde normalmente se sienta Domenico.

—Hola, Bianca, ¿qué tal el finde? (Me pregunta curioso)

Lo miro sorprendida, ya que por lo general no suele tomar la iniciativa si Valerie no está.

—Bastante bien, aparte de salir el sábado, hice deberes y leí un libro. ¿Y a ti, qué tal te fue?

—Igual, salí el sábado y el domingo tuve partido.

—¿Ganasteis o perdisteis?

—Obviamente ganamos.

El profesor de inglés no ha venido, así que hemos tenido guardia y Domenico y yo hemos estado toda la hora hablando y avanzando materia juntos. Esto es un avance en mi misión de hacerme amiga de Domenico.

El día ha transcurrido normal, he pasado el recreo con Valerie y Chiara, y Domenico y yo hemos hablado en algunas clases. Cuando ya nos íbamos a casa, me ha sorprendido ver que Domenico estaba esperándome en la salida. Valerie y Chiara nos han dejado solos, y yo un poco atemorizada le he preguntado:

—Hola, ¿pasa algo?

—No, nada, solo quería ir contigo a casa.

Le sonrío y empezamos a caminar hasta nuestra calle.

Llegamos a mi casa y cuando estoy por entrar, Domenico me coge del brazo y me dice:

—¡Espera! ¿Me puedes pasar tu número?

Lo miro sorprendida, no esperaba que me pidiera el número, pero obviamente acepto. Asiento, saco mi teléfono y le doy mi número.

—Gracias, luego te escribo. (Me dice mientras guiña un ojo).

Cuando he llegado a casa he subido corriendo a la habitación de Giulia a contarle todo lo que había pasado con Domenico. Giulia está super emocionada y dice que quizás le estoy empezando a gustar.

—No seas tonta, nos estamos empezando a conocer, pero solo me ve como una amiga, así que no te montes películas.

—Bianca, ¿a ti Domenico te gusta verdad?

Lo niego con la cabeza y le digo que vayamos a comer.

Cuando termino de comer subo a mi habitación, cojo el móvil para explicarles a las chicas lo que había pasado con Domenico y veo que tengo un mensaje.

Número desconocido: Hola, Bianca, soy Domenico.

Me voy corriendo a enseñarle el mensaje a Giulia emocionada y le pregunto qué puedo contestarle (ya que yo soy muy mala e inexperta con los chicos).

—¡Ay, tía!, tampoco es tan complicado, dile "hola, ¿qué tal?" Por ejemplo.

Al final decidí responderle con un "Hola, ¿cómo estás?". Al segundo mi teléfono suena, Domenico me ha respondido.

Domenico: Bien, ¿y tú?

Emocionada, me acerco a Giulia otra vez para enseñarle que me ha respondido y para volver a preguntarle que puedo responderle. Giulia parece aún más emocionada que yo, me ha ayudado a hablar con él y se ha quedado despierta hasta las dos y media de la mañana para ayudarme a poder responder a Domenico.

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