Capítulo 18: Despedida

1 2 0
                                    

Ya ha llegado el día, mañana nos vamos de Milán. He estado toda la noche llorando, durante todo este tiempo aquí he evitado pensar en el día de marchar. Pero ya no puedo evitarlo más, estoy rota por dentro. Cómo nos vamos mañana a las siete de la mañana Domenico y Valerie me han dicho que pasemos todo el día juntos para despedirnos bien.

Lo primero que hemos hecho ha sido quedar en el parque de al lado del instituto y de ahí hemos ido a coger el metro para ir al centro. Nuestra primera parada es mi cafetería favorita, fue el primer sitio al que fui con Valerie.

— Recuerdo que me contaste que era tu sitio favorito de Milán, así que como es tu último día aquí, no hay mejor ocasión para que volvamos. (Me dice Valerie).

— Hoy va a ser todo lo que tú quieras, es tu día. (Le sigue Domenico).

—Muchas gracias, chicos.

Después de un buen rato en mi cafetería favorita nos fuimos a por un par de pizzas y nos dirigimos de vuelta a la estación de metro.

— ¿A dónde vamos ahora?

— He decidido llevarte al mirador, ya que fue el sitio donde tuvimos nuestra primera cita, y es un sitio muy especial. (Dice Domenico entristecido).

En ese momento y sin poder aguantar rompo a llorar, y al verme ellos lloran también.

— Todavía no me creo que me vaya a separar de vosotros, os voy a echar mucho de menos. (Digo entre lágrimas).

— Yo tampoco me lo creo, ya había pensado en graduarnos juntos del instituto. (Me contesta Valerie).

Domenico sigue sin decir nada, solo llora. Lo miro y decido abrazarlo, abrazo al que se suma Valerie. Tras unos minutos en completo silencio, Valerie nos dice:

— Deberíamos dejar de llorar y disfrutar del poco tiempo que nos queda con Bianca.

— Tienes razón. (Le sigue Domenico).

Nos secamos las lágrimas y nos limpiamos la cara como podemos, cuando nos hemos calmado un poco, Domenico y Valerie han comenzado a hablar, yo no he podido decir ni una palabra, porque sé que si hablo romperé a llorar otra vez, y no quiero que sea una despedida triste ni que me vean llorar más.

Estaba tan concentrada en no llorar que no me he dado ni cuenta cuando hemos llegado a nuestra parada, Domenico me ha dado un toque de atención y me ha metido prisa para bajar antes de que nos cierren las puertas, hemos bajado y antes de ir al mirador, hemos ido a un supermercado cercano par comprar algo de comer y beber para hacer un pequeño pícnic en el mirador.

Hemos caminado hasta el mirador y al llegar allí, Valerie ha preguntado si habíamos traído mantel para el pícnic, Domenico y yo hemos negado con la cabeza, Valerie se ha empezado a reír y nosotros le hemos seguido, después de varios segundos riéndonos, Domenico se ha puesto a pensar soluciones, como poner su camisa o pedirle el mantel a alguien. Al final, hemos optado por hacerlo sin mantel.

Después de un par de horas comiendo y riéndonos, Valerie ha propuesto que vayamos a darnos un último baño en la piscina y Domenico ha ofrecido la suya, así yo me puedo despedir de su familia. Al salir de la estación de metro, nos damos cuenta de que está lloviendo. No nos lo podemos creer, pero pese a que está lloviendo no hace frío, así que nos vamos a dar un baño igual.

Hemos estado más de una hora en la piscina jugando y demás, me lo he pasado increíble con ellos. Sobre las ocho y media, los padres de Domenico nos han preparado algo de cenar y lo han preparado en el jardín. Hemos estado charlando y riéndonos con sus padres durante más de una hora.

A eso de las diez Valerie se tenía que ir, no me siento preparada para esto. Despedirme de mejor amiga es muy duro.

— Bueno Bianca, yo tengo que irme ya. Cuídate mucho y escríbeme todos los días, espero que nos volvamos a ver pronto. Aquí no nos vamos a olvidar de ti. (Me dice Valerie llena de lágrimas).

Automáticamente, la abrazo y seguidamente, rompo a llorar desconsoladamente. Después de cinco minutos, entra la madre de Valerie diciendo que ya es tarde y que se tiene que ir.

Ya ha pasado un rato desde que me he despedido de Valerie, después de un rato hablando, Domenico me ha propuesto dormir juntos, para despedirnos bien. Llamo a mi padre para pedirle permiso, él acepta, pero con la condición de que sea en casa, ya que mañana temprano partimos.

Domenico ha comenzado a preparar las cosas que va a llevar a mi casa, mientras él busca sus productos de higiene, yo le he ido doblando la ropa para ir más rápido. Cuando hemos terminado, nos hemos despedido de sus padres, su madre ha comenzado a llorar y ha venido a abrazarme diciendo que me echaría de menos y que venga a visitarlos, le he seguido el abrazo y he comenzado a llorar con ella. Una vez más calmadas nos hemos vuelto a despedir, esta vez con dos besos, y Domenico y yo hemos ido a mi casa.

En mi casa, nos estaban esperando mi padre, mi madrastra y Giulia para terminar de preparar las cosas del viaje de mañana. Cuando hemos acabado de preparar todo, Domenico, Giulia y yo hemos subido a mi habitación, hemos jugado a varios juegos de mesa, y sobre las doce y media Giulia se ha ido a dormir. Domenico y yo nos hemos quedado un rato más hablando.

—Bianca, no quiero que te vayas, te voy a echar mucho de menos. (Dice Domenico a punto de llorar).

Al escuchar eso, se me ha hecho un nudo en la garganta.

—Yo tampoco quiero irme, pero no puedo hacer nada. (Digo con lágrimas en los ojos).

Domenico se ha acercado a abrazarme mientras me decía lo mucho que me va a echar de menos, le he seguido el abrazo y hemos roto a llorar. Una vez más calmados, nos hemos separado, Domenico me ha cogido la cara y me ha acercado a él, seguidamente me ha besado. Un beso largo y mágico, lleno de amor y tristeza. Me he separado de Domenico, pero él me ha empujado con un poco de fuerza hacia él y me ha vuelto a besar, esta vez un beso más apasionado.

Mientras nos besamos, Domenico ha empezado a desvestirme, me ha dado un poco de corte, es mi primera vez, me ha desabrochado el sostén y seguidamente se ha quitado la camiseta.

—¿Quieres hacer esto? (Dice con la respiración entrecortada).

—Sí, Sí claro.

Nos fundimos en un beso apasionado. Siento cómo nuestros cuerpos totalmente desvestidos se unen y con este acto nuestras almas se funden y por un momento solo somos él y yo.

Cuando hemos acabado, nos hemos duchado, puesto el pijama, y nos hemos dormido abrazados.

A eso de las cinco y media, ha venido mi padre a despertarnos, hemos bajado a desayunar, y al acabar hemos subido a vestirnos, cuando ya hemos acabado todos, nos hemos despedido de Domenico entre lágrimas y hemos partido al aeropuerto.

Ya estoy de camino a subir al avión, voy con mis auriculares y mi libro favorito en mano. El vuelo se ha pasado bastante rápido, han sido dos horas y media hasta llegar a Madrid. Cuando el avión ha aterrizado, hemos ido a por nuestras maletas y directos a por un taxi. En todo el camino a nuestra nueva casa, he estado hablando con Valerie y le he contado lo que ha pasado con Domenico esta noche, también Domenico me ha escrito para decirme que cuando llegue a mi nueva casa que lo llame.

Acabamos de llegar a casa, la verdad que es bastante grande y bonita, pero ya echo de menos mi casa de Milán. He estado un par de horas en videollamada con Domenico y Valerie. Ya después he estado ayudando a colocar las cosas de la mudanza.

Estoy muy triste por haberme mudado, pero supongo que hoy empieza una nueva etapa para mí. Sé que será difícil, pero voy a esforzarme para poder adaptarme. 

FIRST LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora