Marea del mal.

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Desconocida

Tiro la capa oscura que me cubria y vi que mi hermano hace exactamente lo mismo dejando ver su cuerpo de facciones robóticas y oscuras. Luego su cuerpo cambió y pasó a la imagen de un chico joven, sexy y musculoso militar.

T —¿Qué ves?— me dice refunfuñando

—Calmate, Taylor

T— ¿¡Quieres que me calmé!? Somos los hijos de Tomás Moon uno de los ingenieros más grandes de New York y Artur Eppla, dueño de varias marcas y el hotel más grande de la ciudad,
¡¡Figuras públicas, cualquiera nos pudo reconocer!!

—Ah, si eso de ser la hija del dueño de La Gran Manzana me ayudó a escabullirme la otra noche...

T —¿¡¡Que!!?
al paso de los chillidos de mi hermano, quedaré sorda antes de los 20.

—Ya Taylor, solo quería saber algunas cosas del Cris ese... Solo fue una visita, a media noche y a escondidas a su habitación del hotel.

El hotel más grande y prestigiado de New York, que casualmente, es de uno de mis padres. Eso me ayudó a entrar con agilidad.

Observé su habitación y algunas cosas, observé con mucho detalle su anillo de plata, que poseía un color celeste claro. El chico estaba como en medio de una pesadilla ¿Tal vez yo se la causé? Jajaja, que susceptible.

T —No me digas que te vió

—No...

El subió una ceja

Cuando estaba por salir abrió los ojos, no se movía pero cruzó una mirada conmigo, fue corta, aunque penetrante tanto la mía hacia él y viceversa.

Escapé rápido de allí, su habitación está en un piso muy, muy alto por lo tanto no salté. Le hice creer eso y escapé por otra ventana, fue útil robarle unos de sus ganchos a Taylor.

—Bueno... cruzamos una mirada, pero no te preocupes. El pensará que fue algo de su mente, ¿Soy muy inteligente no?

T —¡¡No!! Eres muy impulsiva. Eso que hiciste es un crimen, al igual de lo que acabamos de hacer, claro tu me pusiste hablar a mi porque nunca das la cara.— pausó —Si ellos se enteran...

Obvio, habla de nuestros padres, el chico quiere ser el hijo perfecto. Cómo le digo que la perfección no existe. Ay, mejor lo dejó así, no entenderá de igual forma...

—Nadie se va a enterar, además no cometimos ningún crimen, en el museo está el collar del viejo libertador y aquí solo está baratija— lo levanté y sonreí.

El collar ahora cuelga de una cadena de plata, con una garra de águila color rosa y blanco.

—Interesante, ves querido hermanito ahora esto es totalmente mío y confieso que fue mucho más fácil, quitárselo a esos héroes, ellos hicieron todo el trabajo de reemplazarlo por el original.

T —Haz lo que quieras, supongo que ya no me necesitarás y pensándolo bien así es mejor.

—Siempre necesitaré de mi hermano aunque ya tenga mi propia fuente de poder— tocó su mejilla suavemente y el me quita la mano de un manotazo —Oh, ahora es así.

Taylor puso sus ojos en blanco y salió de la habitación, yo cerré la puerta y me colgué el miraculous, del cual salió una pequeña criatura de apariencia de águila y su nombre era Liiri.

Tomé mi laptop y empecé a tomar nota de todo lo que le pregunté al Kwami. Preguntas sobre mi poder y habilidades para así estar preparada para mi nueva aparición, que sería muy pronto.

Miraculous, King Blue [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora