05

576 105 8
                                    

"Fractura „

Las cosas habían ido demasiado bien, ese era el problema. Se había confiado de eso, por lo que no se preocupó por lo que podría salir mal.

Luego de lo sucedido en el cine, Gulf intentó contactar con Mew, pero este no le contestaba el teléfono; ni mensajes ni llamadas. Ya habían pasado semanas, fue paciente los primeros días porque creyó que necesitaba algo de espacio, después de todo desde que se habían vuelto más cercanos casi no pasaban tiempo solos. Sin embargo, ese tiempo fue realmente difícil para él.

Sin Mew sus días habían regresado a ser aburridos, una constante rutina sin chispa. Iba a la escuela, regresaba a casa y hacia sus tareas. Fue a la playa en un intento de encontrarse con Mew, pero nunca apareció. Incluso fue hasta su casa, pero Billy le había negado verlo diciendo que estaba enfermo y no podía permitirle pasar.

Gulf sabía que todo eso era mentira, Mew simplemente ya no quería verlo más. Si no, ¿Por qué no contestaba sus llamadas o respondía sus mensajes? Además, una gripe no duraba tanto. Algo más estaba pasando, lo había notado en la mirada apenada de Billy las otras tres veces que intentó hablar con el menor de los Suppasit en la reservación.

Darse cuenta de eso, de que Mew ya no quería verlo, que ya no quería estar con él, fue un gran golpe. No entendía por qué, no podía encontrar una razón. ¿Qué había pasado? ¿Por qué estaba actuando así? ¿Qué había hecho? Las cosas entre ellos habían estado tan bien, no había hecho nada...

Gulf cayó en una pequeña espiral deprimente que lentamente le consumía, buscaba una razón para que Mew ya no quisiera estar con él, pensaba en qué pudo haberse equivocado, que pudo haber hecho mal, se culpaba por lo que sea que hubiera pasado.

—Gulf. —Carlisle toca a la puerta de su habitación. —La cena está lista. —avisa más no se va, se queda esperando alguna respuesta del chico "concentrado" en su tarea.

—No tengo hambre en este momento, comeré más tarde. —dice sin alzar la vista, por lo que no se da cuenta de que el vampiro rubio detrás de él se acerca silenciosamente a su lado.

—Esme está preocupada. —Carlisle sorprende a Gulf, quien da un pequeño brinco en la silla. —Yo también. —ambos habían notado el extraño cambio en Gulf esos últimos días. Ya casi no comía y se la pasaba en su habitación cuando antes apenas estaba en casa. —¿Qué está pasando?

Gulf aún no hablaba de lo que estaba pasando con Mew con los Cullen, y es que al comienzo sólo quería esperar a que el quileute diera alguna señal de vida y le explicara qué había pasado, pero eso no ocurría y luego simplemente se deprimió.

Y ahora había preocupado a Esme y a Carlisle, quien estaba mirándole con toda la gentileza posible para que le contara qué ocurría con él. Ellos eran amables, así que sabía que harían todo lo posible para ayudarlo a que se sintiera mejor, pero no creía posible que pudieran lograrlo en esa ocasión. Sólo Mew era capaz de solucionar su estado de ánimo en ese momento.

Sin embargo, se desahoga con Carlisle para calmarle tanto a él como a Esme. Le cuenta lo que ocurrió en el cine, en como las cosas habían estado bien entre ellos hasta ese momento y de cómo Mew le estaba ignorando ahora.

[...]

Lanzándose a la cama soltando un enorme suspiro, Gulf se seguía sintiendo deprimido. Aunque hablar con Carlisle había estado bien, sus consejos para posibles soluciones no eran de ayuda. Ya lo había intentado todo y no quería simplemente aceptar que Mew ya no quería ser su amigo. Era su único amigo, y no quería otro.

"¡Cuidado! Lobos sueltos" |Mew Suppasit| FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora