Histoire Everlark Inversée.

Capítulo 6

Capítulo 6.

El tejado.

Me alejo de Donna. He comprendido que no sólo es peligrosa, porque parece querer imitar la estrategia de Johanna Mason. Están convincente que incluso a mi que (soy difícil de engañar) podría convencerme. Si la miro demasiado. Es mortífera porque es bastante atractiva. No solo su cara y su cuerpo. La verdad es que está bastante buena. Sus pechos siempre la han hecho resaltar de las demás chicas de nuestro distrito. Aunque los Juegos no son un concurso de belleza, la apariencia física es un factor crucial. Se necesitan patrocinadores y ellos eligen a quién salvar. Me viene a la mente Finnick oldair, el vencedor más joven. Ganó los Juegos gracias a dos factores: uno sabía desenvolverse en el mar. dos era muy atractivo. Donna es más atractiva que Johanna, así que fácilmente podría ganar. 

Me muerdo la mejilla interior y sigo caminando. Me siento como un niño Virgen. Donna me ha coqueteado esta noche. Me ha dado un cumplido para después sonreír de una forma dulce y con ese toque de timidez (¡que me fascinó!). Pensé que podría jugar su juego y  demostrarle que estaba delante de un hombre, no de un niño. Que viera que se muy bien sobre esos juegos, y salí huyendo porque me dio un impulso de besarla. No pude con la forma en la que me miraba.

Es muy buena en el juego. Si mira así a todos los hombres la tendrá muy fácil, casi me creo que le gustó. El sabor metálico y el dolor me hacen dejar de morderme. Soy impulsivo, no lo negaré, pero conseguí mantenerme firme. Me ayudó en gran medida recordar que tengo novia. El sinsajo que llevó prendido me lo recordó. Madge me ha dado tanto. Madge me ama de verdad. Mientras que Donna no es de fiar. 

Madge seguro que me ha visto. Me la puedo imaginar alabando mi aspecto y por primera vez estaría de acuerdo con ella. El hombre que estaba arriba no era yo. No me le parecía. Madge, la extraño. Me gusta estar con ella. Casí no hablamos, el silencio es cómodo para ambos y cuando hablamos normalmente estamos de acuerdo. Lo que más hecho de menos es el sexo.  Cuando hiba a su casa lo hacíamos en su habitación: El pisó, la silla, sobre su tocador y donde más me gustaba sobre su cama. Su cama es la cosa más cómoda. Nada que ver la mia que es dura y que está recubierta con lona. 

Sus padres me estiman y yo a ellos. Son algo disfuncionales, pero harían cualquier cosa por ella. Su mamá  siempre tiene jaquecas, se la pasa drogada y su Papá (El alcalde), aunque es un buen tipo y parece siempre correcto. No lo es tanto, pues engaña a su esposa. Trata de ser discreto pero también estuve con algunas de las chicas que contratá. Antes de Madge claro. Creo que Madge lo sabe. No hablamos de nuestros problemas, es una especie de pactó silencioso que ninguno de los dos piensa romper. 

Effie me llama, va con Donna. Sin más remedio me uno a ellas, intento parecer tranquilo, como si no hubiera ocurrido nada. Seguro que me he visto como un pringado. Donna me mira con discreción y se acomoda el pelo tras la oreja. Desvió la mirada clavándola en algo menos apetecible, cómo los altos altos y puntiagudos zapatos de Effie. Intento no pensar en nada. Como me gustaría tener uno de esos momentos en los que mi cerebro simplemente se apaga. Effie habla, bla, bla, bla. Apenas escucho lo que dice. Mí mente esta más ocupada imaginándome a Donna de las formas menos pudorosas y escandalosas en las que ella quisiera estar. Paso saliva, yo no debería pensar estas cosas. Tengo novia en casa. 

«Que te exiten  otras no cuenta como infidelidad, somos hombres Kay es natural en nosotros. Además las mujeres también fantasean con más hombres. Estando de novias», la voz de Gale suena en mí cabeza. Tuvimos una charla al respecto. No había fantaseado con nadie, el tema simplemente salió.  Nuestras opiniones fueron opuestas. Ahora con estos pensamientos no puedo más que sentirme culpable. Madge es una gran chica. Es mi novia y le debo fidelidad.  Tampoco está bien por Donna (aunque haya intentado coquetear). Esta claro que ella solo quiere salir con vida. Si hubiera sido mujer tal vez hubiera hecho lo mismo. Subimos al ascensor que es de cristal transparente. Effie habla de lo maravillosa que fue nuestra entrada.