Capítulo XI

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Ese pueblo me resultaba tan conocido pero era difícil recordarlo en el estado en que se encontraba solo hasta que vi el gran centro comercial quede impactado este era el lugar que visitaba todos las vacaciones cuando era un niño, la casa de mi abuelo, amaba venir aquí porque silenciaba al resto del mundo solo estaban las montañas y los arroyos para jugar.

Me causo bastante ira recordar esos increíbles momentos y solo lo podría ignorar con una larga ducha ya hacía bastante que no lo había hecho. Fue difícil encontrar un lugar que estuviera en buenas condiciones y lo halle era perfecto solo tenía un agujero gigante que conectaba al otro baño pero me daba lo mismo si lo demás estaba en buen estado.

Lo primero que hice fue quitarme la ropa y entrar a la ducha toque las puertas del cielo. Estaba dormitando entonces escuche un ruido justo en el otro baño bastante sorpresa me lleve cuando observe detenidamente:

— ¡Wau! Ya es hora de irnos, a menos que te quiera quedar— dije mientras observaba a Yaneth desnuda.

— No ves que estoy desnuda, se te van a salir los ojos pervertido, acosador, puedes hacerme el favor de largarte invades mi privacidad — dijo Yaneth furiosa mientras de una forma chistosa trataba de esconderse detrás del lavamanos.

— Si ese es el problema ya te vi, además tú sigues viéndome

Me golpeo bastante fuerte y luego salió corriendo queriendo tapar las partes de su cuerpo solo con su brazo. Discutimos acerca de quedarnos unos días más en el pueblo que tantos recuerdos me traía pensé que recorrer lugares que conocía mejoraría los resultados pero estaba equivocado estar aquí perturbaba mi mente y provocaba que me ahogara en recuerdos.

Como me afectaría a mi igual o peor a mis compañeros que lucían más débiles de emocionalmente que yo.

Estuve vagando por el pequeño pueblo en busca de algo útil para continuar nuestro largo viaje a lo desconocido entonces me tope de frente con el enorme centro comercial.

Encontré comida suficiente la almacene en un enorme maletín también armas de caza que más tardes serian de mucha utilidad. Hasta que escuche un ruido de cosas cayéndose y dentro de los escombros fue surgiendo lentamente una sombra...

Ver ese rostro, esa mirada me detuvo, congelo cada parte de mi persona. No podía huir ni luchar solo me quede quieto como podría abandonarla no era capaz de eso pero de todas formas no podía dejarme cegar por los sentimientos y menos después que lucía tan diferente. 

Amar En Medio Del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora