Capitulo XVIII

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Me quede a solas con Sofía a ver si podía recordarme, le comenté que nuestros encuentros no eran casuales cada palabra que le decía ya la había ensayado varias veces.

También recordaba cuando la conocí, era bastante tímida e inocente quizá me haya gustado desde el comienzo desde la primera vez que vi sus ojos y sonrisa; cuando trate de buscarla desapareció. Nos seguimos viendo en los pasillos pero éramos bastante diferentes como para que yo me arriesgara.

Me sorprendía su actitud a veces creía que le gustaba pero otras veces te veía hablando con otros chicos mientras se esparcían los rumores.

— ¿Sabes lo que hacia todas las mañanas en el instituto?

Iba a la escuela preguntándome a que Sofía me iba a encontrar ese día junto a la cafetería ¿sería la Sofía simpática, amigable y divertida o la Sofía fría y distante? Prácticamente contenía el aliento para ver cómo iba a reaccionar al verme, y luego trataba de averiguar que había hecho para merecer su comportamiento. Por eso pasaba días sin hablarle.

Con ella nunca supe dónde estaba parado.

Pensaba está llena de secretos y no confía en mí. Me involucre con otras chicas pero ella nunca escapo de mis pensamientos y mucho menos después de besarla en el campus de su universidad.

Me quede esperando algunas palabras de su parte quizá la pregunta ¿Qué somos? O ¿Qué sigue después de esto? Nunca lo hizo, desaparecí por unos meses y después volví a encontrarla para poner las cosas claras moría de la incertidumbre. Y ahora estaba allí tratando de que me recordara.

Al parecer era inútil hablar entonces acaricie su palma como solo yo sabía hacerlo, le di un beso cerca de los labios en la mejilla y le susurre un adiós. Me di la vuelta y estrangule a mi corazón, estos sentimientos podían matarnos a todos incluso a ella.

— Albert, no me dejes por favor— suplico, mirándome a los ojos en un mar de lágrimas.

— Me recuerdas Sofía— Y la abrace con todas mis fuerzas ya no la dejaría escapar y estaría conmigo pese a quien le pese.

— Puedo recordar donde están los demás Albert podemos rescatarlos déjame ayudarlos por favor.

— Descuida, tienes que descansar primero, mañana será un nuevo día, el destino de nuestros enemigos está pautado con mi sangre y los hare caer.

Amar En Medio Del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora