Capítulo III

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Cada mañana me levantaba con un objetivo, encontrar a mi familia recorría cada esquina del lugar, preguntaba, observaba, escuchaba incluso conversaciones que no eran de mi incumbencia si mencionaban la palabra exterior o expediciones en busca de sobrevivientes. Mi presencia se había vuelto normal para algunos que se habían acostumbrado a verme caminando de un lado a otro, como un cuerpo sin alma que deambulando por la zona.

Buscar a mi familia se había vuelto rutina y aunque ya habían pasado meses existían lugares que no conocía aun. Cierto día entraba al sector C y note que la seguridad aumentaba progresivamente guardias que me miraban con desconfianza mientras le preguntaba sobre mi familia, puertas cerradas, carteles (solo personal autorizado) ventanas excesivamente oscuras. Descubrí una puerta entreabierta, toqué pero no respondieron entonces cuando estaba decidido a empujarla escuche voces; me entrometí sigilosamente y vi en el centro de la habitacion  una mesa redonda donde discutían hombres de traje que parecían diplomáticos:

— Estamos en una gran crisis busquemos la manera más conveniente de resolver el problema, aniquilemos los invasores— comento casi alzando la voz, un señor blanco en inglés.

— Sería imposible entrar en un acuerdo con pérdidas menores tratándose de los imperialistas— grito casi perplejo otro señor en español de castilla.

— Busquemos su punto débil y ataquemos, de todas formas los aliados han conquistado tanto en la primera como segunda guerra y nuestro poder nos garantiza que podemos hacerlo en una posible tercera guerra mundial — esta vez hablo con señor robusto en mandarín perfecto.

— Posible ¡No! Estamos justo en medio, habrá de por sí, bastante pérdidas humanas— dijo un hombre de mediana edad en francés.

— Mientras estemos aquí estaremos a salvo— justo en ese instante siquiera terminar todo miraron de forma extraña a esa voz.

— No por mucho tiempo su tecnología es igual de buena que la nuestra lo mejor sería crear un ejército pelear hasta que quede el ultimo aliado.

Las ideas en la mesa redonda eran escazas mientras ellos discutían, había miles muriendo, por mi parte no sabía que pensar, esas personas de traje eran las peores, abusaban de la mente mediocre de la población y la mantenían controlada de la manera más creativa, decidían que debíamos comer, vestir, esa mentalidad consumista del capitalismo, yo no podía hacer nada había nacido en ese sistema mis ancestros también además  era demasiado cobarde y dejado de la realidad para involucrarme en esos asuntos pero algo me obligo a pensar un poco más, que ese grupo de vejetes y lo que aun me daban ganas de seguir era mi familia.

Cuando entre salude de manera cordial y fui repudiado como la mosca asquerosa de la sopa, no lo soporte y empecé a reírme a carcajadas de la manera más sarcástica posible, realmente me importaba poco ya  se habian  percatado de mi presencia, captando la atención de todos.

— Creen que con este desorden sus cabezas mediocres podrán conformar una idea productiva.

— ¿Quién es este joven tan osado?

— Espero que si te atreves a desafiarnos tengas algo bueno que decir.

— Dejaran hablar al intruso.

— No nos costara nada hacerlo.

Hablando casi todos al mismo tiempo y mirándome con recelo algunos opinaron y otros simplemente callaron y me observaron como si no fuese su igual.

— Cierto necesitan mi ayuda, me imagino que no tendrán un ejército de inmortales que protegieran sus costosos traseros por siempre; La comida se acabara en unos meses, a menos que comiencen a reducir las raciones a sobras o que puedan crear nuevos tipos de alimentos provenientes de las plantas o la tierra, sin señalar que la tecnología que evitan que entre o salgan señales interceptando la información puede sufrir daños por sobrecarga o agotamiento el único factor que está en contra de todos es el tiempo— Me disculpo por hacerles perder estos minutos con su permiso me retiro— No había sido tan arrogante en mis años de vida, sentí cierto remordimiento, entonces me di la vuelta.

Amar En Medio Del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora