La historia no es de mi pertenencia, pero la autora la borro, así que la resubi para aquellos que les gustó y ya no la pueden leer
La historia original le pertenece a: Somcita
─Draken, Mikey, Ran, Rindou, Mitsuya, Smiley, Kazutora y Shinichiro─
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DRAKEN
-Comenzó como algo que tu amiga vió en una revista. Te lo mostró detras de tu árbol de flor de cerezo favorito, un artículo que ofrece consejos de cómo besar mejor, encabezado con grandes letras rojas en la parte superior de la página. Habían ilustraciones de mujeres de labios rojos chupando caras con un hombre, e incluso instrucciones paso a paso sobre cómo realizar dichas técnicas.
Ahora, te pensabas a ti misma por encima de todo eso, después de todo, lograste arrebatarle el corazón al vicepresidente de ToMan, el infame 'Draken', sin consultar ninguna de estas publicaciones obscenas, le dijiste esto a tu amiga, pero justo cuando te mantuviste firme como una ciudadana adolescente honrada, ella te pregunta esto:
─¿No quieres tomar el control por una vez?─ vaciló, y eso fue todo lo que hizo falta para que ella socavar tu resolución. Draken siempre había tomado la iniciativa en tu relación, no fue ninguna sorpresa; él ha llevado a los hombres a la batalla, después de todo. A su manera única te cuidó bien, incluso si a menudo se mostraba distante con las personas que amaba, tu amiga sabía bien que te habías estado devanando los sesos sobre cómo corresponder esos afectos y, para ella, esta podría ser una de las mejores formas de hacerlo.
Así que, aquí estás ahora, encima de tu amado Zephyr y besándolo con toda la pasión que pudiste reunir. Draken a menudo te llevaba de paseo por la ciudad al azar, a veces a petición tuya, el viento frío y silbante siempre los calmaba a los dos y provocaba un estado de ánimo que nunca dejaba de calentar tu pecho. Esta vez, le pediste que te llevara con el pretexto de estar estresada por la escuela, estuvo en tu puerta en menos de cinco minutos, su sonrisa ya despertaba mariposas en tu estómago.
Se detuvo cuando llegaste a la orilla del río, el ruido de la ciudad era un leve murmullo en tus oídos. Las manos de Draken están calientes en tus caderas, su calidez se filtra incluso a través de la chaqueta ToMan que te envolvió, tus labios se encontraron con los de él en breves ráfagas, las lenguas se encontraron brevemente antes de separarse. Te acercaste a él, tus dedos recorren su tatuaje de dragón, tratando de contar las instrucciones de esa maldita revista, bajas una mano por su mandíbula y acaricias la piel.
Suspira e inconscientemente abre la boca un poco más, con cuidado, empujas tu lengua más con la suya y cierras tus labios al rededor de ella. Draken gime desde el fondo de su garganta cuando comienzas a succionarlo suavemente, como lo harías con una paleta en un caluroso día de verano. Su brazo en la parte baja de tu espalda te atrae hacia él, sus pestañas te hacen cosquillas en las mejillas. El orgullo se enciende dentro de tu corazón ante sus fervientes toques, un calor que nunca has sentido, antes de extenderse al resto de tu cuerpo.
