La historia no es de mi pertenencia, pero la autora la borro, así que la resubi para aquellos que les gustó y ya no la pueden leer
La historia original le pertenece a: Somcita
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RAN
-Después de salir de una reunión de Bonten, fue directamente a su casa. No ha estado durmiendo tanto como le gustaría, así que está tratando de ponerse al día con eso.
No te ha visto en semanas, ya que sus horarios chocan debido a su nuevo trabajo, lo que limita el tiempo que pasan juntos.
Lo máximo que ha recibido de ti fueron los mensajes de texto matutinos, pero no fueron consistentes, ni siquiera ha recibido una llamada tuya para decirle cómo te fue en el día o para preguntarle cómo le ha ido.
¿Le faltaba la mano que recorría su cabello y bajaba por su espalda mientras lo abrazaba? Sí.
Planeaba llamarte ese día, no queriendo perder más tus 'charlas para ponerse al día' como él llamaría a lo que hacían durante las mañanas juntos, pero estaba demasiado exhausto.
Al cruzar la puerta principal de la sala, perezosamente se quitó la chaqueta y los zapatos, demasiado cansado para guardarlos, los dejó en la puerta principal y se dirigió a su dormitorio.
Estaba oscuro, completamente negro, no podía ver nada más que la luz de la luna brillando a través de las ventanas de vidrio.
No vio el bulto cerca del costado de su cama y se sentó en el. Pensando que el bulto era una almohada, se movió para ponerse cómodo y se acurrucó en el mientras tiraba su pierna, pero el bulto comenzó a respirar, asustándolo completamente.
─¿Qué carajos?─ Se levantó, dirigiéndose al interruptor de la luz y buscando una pistola. Al encenderlo, ve que lo miras fijamente, con ojos evidentes de que no habías dormido en un tiempo.
─¿Te desperté?─ le asentiste con la cabeza y abriste los brazos para que se uniera. Ran no lo pensó dos veces antes de meterse en ellos y apoyó la cabeza contra tu pecho mientras tú le peinabas el pelo con los dedos, haciéndolo soltar un pequeño gemido.
─¿Cómo estuvo tu día?─ Suspiró, contento con la vida en ese momento ─Cansado, pero estás aquí ahora, así que todo va bien─ Enterró su rostro en tu cuello, respirando esencia natural que tanto extrañó durante los últimos días ─Olvidaste apagar la luz─.
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