La historia no es de mi pertenencia, pero la autora la borro, así que la resubi para aquellos que les gustó y ya no la pueden leer
La historia original le pertenece a: Somcita
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DRAKEN
-Era tarde en la noche, todo estaba oscuro, solo las estrellas y algunas farolas iluminaban tu camino a casa.
Estabas saliendo con algunos de tus amigos e ignoraste totalmente la hora. Así que ahora aquí estabas, en medio de la noche, afuera, sola.
No era como si tuvieras miedo, pero tampoco te sentías cómoda. Todos sabían que no era exactamente seguro para las chicas estar solas en la oscuridad de las calles.
Pero el camino a tu casa no era tan largo, así que aceleraste el paso y trataste de ignorar todos los sentimientos extraños.
Eso fue hasta que escuchaste el sonido de una motocicleta. Ahora, si te sentías asustada, realmente asustada.
Se hizo cada vez más fuerte y comenzaste a entrar en pánico. Claro, era solo una motocicleta y probablemente pasaría por delante de ti, pero ¿Y si no fuera así?
Empezaste a pensar demasiado en tu situación y trataste de esconderte en las sombras de las tiendas cerradas, aguantando la respiración.
De repente, todo se quedó en silencio. Tus ojos se abrieron al darte cuenta de que la motocicleta se detuvo.
Estabas a punto de huir, pero el repentino sonido de una voz que conocías muy bien te detuvo.
─¡Oi [...]! ¿Qué estás haciendo aquí?─.
Draken. Nunca en toda tu vida te sentiste tan feliz y aliviada al escuchar la voz de tu novio.
Sin importarte nada ahora, corriste hacia él y lo abrazaste con fuerza.
Vacilante, te devolvió el abrazo, confundido por como reaccionaste.
─¿Estás bien? ¿Por qué estás aquí, en medio de la noche?─
Aún abrazándolo, le explicaste tu situación y lo asustada que estabas en realidad.
Draken puso los ojos en blanco, pero le dió unas palmaditas en la cabeza con suavidad.
─Podrias haberme llamado si estabas tan asustada, idiota. Te podría haber recogido─ asentiste levemente, soltando su torso y lo miraste.
─¿En la mitad de la noche?─
Simplemente te dió su chaqueta y te indicó que te subieras a su motocicleta para poder llevarte a casa.
Y durante todo el viaje pensaste en lo afortunada que eras de que en realidad fuera tu novio a quien te encontraste, lo que te hizo presionar aún más contra él, enterrando tu rostro en su espalda.
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MIKEY
-Actualmente, estabas de camino a la tienda más cercana para comprar Taiyakis porque los ansiabas muchísimo.
Claro, era media noche y podrías haber esperado al día siguiente, pero los necesitabas ahora mismo, y la tienda no estaba tan lejos, así que pensaste que podrías hacerlo.
Énfasis en el pensamiento.
Porque caminante solo dos minutos cuando notaste que te seguía un grupo de hombres. Cruzaste la calle para traer cierta distancia entre ustedes, pero ellos también cruzaron.
El pánico se apoderó de ti y tu respiración se hizo más irregular a medida que acelerabas el paso, rezando para llegar a tiempo a la tienda.
Mientras entrabas en pánico,no notaste a la persona que caminaba hacia ti y, por lo tanto, chocaste con ella.
Murmurando un tranquilo: ─Lo siento─ seguiste caminando. Pero no llegaste muy lejos porque te detuviste en seco cuando la persona comenzó a hablar.
─Espera, ¿[...], Eres tú?─ dándote la vuelta miraste a los ojos oscuros de tu novio, Manjiro.
─¿Mikey? ¿Qué estás haciendo aquí?─me preguntaste antes de correr hacia él, conteniendo las lágrimas de alivio.
Tomando por sorpresa tu repentina acción, respondió;
─Podría preguntarte lo mismo─ pero cuando no respondiste y él vió como tus hombros temblaban suavemente, miró a su alrededor, tratando de averiguar que te pasaba.
Y ahí fue cuando los vió, el grupo de hombres, ahora cambiando de dirección. Inmediatamente conectó los puntos y te abrazó con más fuerza, de manera protectora, mirándolos con una mirada oscura.
─Yo solo- solo quería comprar algunos Taiyakis, pero luego estos hombres comenzaron a seguirme y estaba asustada─ trataste de explicarle a tu novio entre sollozos.
Miraste hacia Mikey, sin ver la mirada oscura que tenía porqué rápidamente la transformó en una sonrisa tranquilizadora.
─Está bien ahora, todos se han ido. ¿Quiéres ir a comprar Taiyakis ahora?─
Asentiste, liberando a Mikey del abrazo y tomando su mano en su lugar.
─¿Sabes? La próxima solo llámame, podría haberte traído los Taiyakis─
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