Prólogo

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– Hanguang-Jun sigue mostrándose dolido – dice uno de los comensales en aquel local – la otra vez lo vi en una cacería nocturna... desde lejos se notaba la tristeza que le cubría – poco a poco las demás personas empezaron a amontonarse alrededor de este hombre.

– Es claro que Hanguang-Jun mostraría este semblante... ¿No saben que perdió a su pareja hace unos años? – una señora empezó a hablar.

– Cierto, cierto... ¿Cuándo ocurrió esto?

– Hombre, ocurrió en la guerra con Yunmeng...

– En ese entonces, al parecer Hanguang-Jun conoció a su pareja destinada... pero fue arrebatada de sus brazos – habló una joven doncella que también se había metido en la conversación.

– El amor de los Lan es puro. Su pareja falleció... es obvio que quedaría con el corazón roto.

– Pero, ¿qué originó todo? – pregunto una mujer.

– ¿No lo sabes mujer?... dicen que la culpa lo tiene el líder Jiang.

– Escuché que también se enamoró de la persona a quien en ese momento Hanguang-Jun cortejaba.

– También se dice, que en un ataque de celos, ataco a Hanguang-Jun por la espalda... con el tiempo, estas palabras llegaron a Gusu Lan, y no podían permitir que esta ofensa quedara así sin más.

– Pero después de esto, hubo un tiempo de calma. ¿Gusu no debía de atacar en el momento?

– Además, ¡Gusu Lan fue el primero en ser atacado por Yunmeng!

– ¿El problema lo originó una doncella?

– Debió haber sido una belleza para que dos jóvenes maestros pelearan por ella.

– Con lo que cuentan algunos ancianos que vieron a estos dos viajando, ¡eso es seguro!

En una mesa, apartada de ese tumulto de gente que seguía conversando sobre los hechos pasados hace trece años. Un joven con un abanico cubriendo su rostro, agrandaba más la oreja y se inclinaba un poco hacia el lugar donde estaba reunida la gente. Olvidando por completo su té.

El joven, era Nie HuaiSang, el segundo heredero de la secta Nie.

Si bien el conocía los chismes de todas las sectas y lo que estas ocultaban. Nunca llegó a conocer por completo los sucesos en la casi guerra con Yunmeng hace tantos años atrás.

A pesar de que trató de investigar lo más que pudo sobre este suceso, pareciera que todo había sido borrado con el pasar de los años.

Lo único que sabía, era lo que contaban aquellos en la mesa más alejada y otras teorías.

Claro, sabría todo el caso si Gusu no se hubiera encerrado en ese tiempo.

Ocurre que por ese entonces, ya habían terminado las conferencias a los discípulos invitados que impartía Gusu como todos los años. HuaiSang como heredero, tuvo que ir. En las clases conoció a los dos protagonistas de esta historia. Lan WangJi y Jiang Wanyin.

Lan WangJi era como una brisa helada, que con una mirada podía hacerte temblar hasta el alma. En cambio, Jiang Wanyin, era un tornado que arrasaba con todo, y su furia lo descargaba en cualquiera que se cruzara en su camino, a pesar de todo, era un gran cultivador.

Tuvo el placer de intercambiar algunas palabras con estos dos, pero al conversar era un tanto incómodo, mientras que con uno la conversación era unilateral, con el otro pareciera que si decías algo incorrecto te rompería las piernas en ese mismo instante.

WangJi y WuXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora