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- ¿Cómo dices? ¿Está segura?

-Es lo que te estoy diciendo. Lo vi con mis propios ojos. El padre de Becky también estaba ahí. Ambos la oímos reír.

- ¿Cuándo fue la ultima vez que Becky había reído?

-No puedo recordarlo. Fue hace mucho tiempo, cuando aún era pequeña.

-Las personas que padecen el tipo de problemas que Becky tiene evolucionan muy lentamente, si es que logran hacerlo. Pero Becky en los dos últimos meses ha demostrado una evolución enorme ¿Has tenido algo que ver?

-Lamentablemente no sé cómo ayudar a mi propia hija. Todo lo ha logrado por su cuenta.

-No estoy tan segura ¿Sabes que provoco que riera?

La madre de Becky se quedo en silencio ante la pregunta de la psicóloga. Por supuesto que lo sabía.

- ¿hola?

-Ella.

- ¿Ella?

-La chica de los CDs.

- ¡Que sabes de ella?

-No mucho. Trabaja en el centro comercial. Becky va a esa tienda todos los sábados. Al parecer su nombre es Freen. El sábado pasado por un cambio de planes estuvo a punto de no ir. Juraría que estaba al borde de un ataque de nervios.

- ¿Conoces a esa chica?

-Solo la vi a unos metros de distancia.

Y la oí decir unas tonterías. No parece una mala persona.

-Creo que ya somo personas adultas y no hace falta que te diga que Becky esta sumamente interesada en esa chica.

Esas palabras fueron como un balde de agua fría. Ella lo sospechaba desde hacia tiempo, pero necesitaba que alguien se lo confirmara, y así fue. De todos modos, ella la apoyaría sin importar que.

-Eso creí- dijo dejando escapar un suspiro- ¿Qué me aconsejas hacer?

-No hay mucho que hacer. Esta mas que claro que si Becky progresa es debido a su fuerza de voluntad, la cual requiere del incentivo. Si le quitas el incentivo probablemente volvería a estar en el estado inicial o incluso peor. Procura que eso no pase.

-Entiendo.

Al día siguiente Becky estaba dubitativa, sobre ir al horario del almuerzo de Freen o al finalizar su turno de trabajo. Una semana atrás luego de su trabajo había sido la mejor experiencia de toda su vida, pero no quería que Freen volviera a pasa hambre por su culpa. Pero por otra parte quería pasar tanto tiempo con ella como le fuera posible. Tampoco sabia si al ir cuando su trabajo finalizara Freen querría pasar tiempo con ella. Tenia tantas posibilidades pasando por su mente; pero finalmente decidió ir cerca de las cinco de la tarde. Esperando que hubiera almorzado sin ella. Dándole lugar a que la invite a pasar tiempo con ella al terminar su turno. Estaba arriesgando un lapso de tiempo asegurado a cambio de algo mejor que no sabría si ocurriría. Pero sintió la necesidad de hacerlo. Aproximadamente media hora antes de que el local cerrara, Becky ingreso por la puerta. Freen sonrió al verla y desvió la mirada hasta que la chica estuvo casi frente a ella.

- ¿Y bien? - pregunto divertida- ¿Admitirás que un hombre con bigote cuenta como un animal? - Becky sonrió hasta colorar sus mejillas.

-Jamás – respondió sonriente

Intercambiaron un par de comentario banales y realizaron la compra del CD. Al meno Freen no se veía tan hambrienta, aunque si algo mas cansada de lo normal. Becky tomo la bolsa de la compra y la apretó con fuerza, tal vez en verdad no pasaría lo que ella esperaba. Apenas y podía soportarlo.

-Bien, nos vemos – dijo volteándose hacia la puerta evitando verla a los ojos.

-Espera – dio apresurada y el corazón de la menor pareció detenerse en ese momento – hmmm ¿Tienes...Algo que hacer? – dijo rascando su nuca- quiero decir, mi trabajo termina en unos veinte minutos. Podríamos ir a tomar algo. Si es que tú quieres, claro.

Becky creyó que estallaría de alegría en ese mismo momento. Apenas si sabia como contenerse. Se volteo y la miro con sus ojos llenos de un brillo especial.

-Me encantaría.

Ambas se dedicaron sonrisas cargadas de felicidad. Mirándose fijamente como idiotas. Su compañero rodo los ojos con una mueca de molestia y se dirigió a otra parte. Mientras tanto su otro compañero rio un poco al observar toda la escena.

Freen hizo pasar a Becky a la pequeña habitación detrás del mostrador y le dijo que epserara en aquel lugar sentada unos minutos mas hasta que su turno finalizara. Ella obedecio. Era bastante incomodo, a decir verdad, estar ahí sola esperando. Cada algunos miutos veía como ingresaba alguno de ellos tres a envolver algún recado. El pelinegro la observaba de pies a cabeza con desprecio, lo cual era bastante intimidante; el castaño le dedicaba algunas simpáticas sonrisas; Freen, bueno, ella intercambiaba algún comentario divertido cada vez que se encontraban.

Una ve transcurridos esos interminables minutos, los tres adolescentes entraron en el cuarto.

-Me cambiare primero, llevo prisa- dijo el compañero el cual gustaba de Freen.

Uno a la vez fue ingresando al baño para despojarse de su uniforme de trabajo y colocarse ropa común y abrigada debido al clima congelado de las calles.

- ¿Nos vamos? - pregunto simpática.

-Si.

Becky estaba muy nerviosa. Estaba una vez mas a solas, solo la perfección en persona y ella.

Caminaban a la par. Becky siguiendo los pasos de Freen lo mejor que podía. Se extraño bastante cuando se percate de que se dirigían a la salida del centro comercial. Efectivamente salieron de este. decidió no hacer preguntas y se limito a seguirla. Caminaron fuera del estacionamiento y por la acera frente a la plaza que allí se encontraba. De pronto Freen detuvo su marcha, la menor la imito.

- ¿Te parece bien este lugar?

Becky observo que el lugar era una conocida cafetería que había estado durante varios años. El lugar tenia muy buena fama y el ambiente era confortante. Aunque ella hubiera dicho que si cualquier lugar que Freen escogiera.

-Si

Se adentraron en el lugar. Becky miraba absolutamente todo a su alrededor. Aunque por más llamativos que resultaría la mas hermosa y llamativa. Tomaron asiento en dos sillas enfrentadas, junto a la ventana desde la cual se podía observar la plaza. Dejando sus abrigos y la pequeña bolsa de plástico a un lado. La iluminación del lugar era tenue, no excesiva y cegadora como la del centro comercial. Tampoco había una cantidad elevada de gente. Era un lugar muy cómodo y acogedor. Becky dio gracias por ello. Freen tomo una de las cartas del lugar y comenzó a leer la lista del menú.

-Creo que pediré un café mediano y dos muffins. Uno de chocolate y uno de frutos ¿Qué hay de ti? - pregunto sonriendo.

-Lo mismo.

¿Estas segura? ¿No quieres otra cosa?

-No.

-Está bien.

Una simpática mesera se acerco a ellas al cabo de unos minutos y tomo la orden. Freen se encargó de pedirla.

-Estará lista en unos minutos.

La chica de los CD's | Adaptacion freenbecky | TERMINADAWhere stories live. Discover now