[...]
-¡Becky espera!- se apresuro a decir, haciendo que la aludida se volteara inmediatamente hacia ella.
La menor volvió unos pasos hacia atrás hasta quedar frente a Freen nuevamente.
- ¿Sí?
- ¿Vendrás el próximo sábado?
Becky se sorprendió por la pregunta. Había estado yendo a ala tienda todos y cada uno de los sábados durante los últimos tres meses.
-Lo hare.
Freen negó ligeramente con su cabeza. Lucia preocupada y Becky no podía entender el porqué.
-promételo- la menor frunció el ceño- solo... necesito que prometas que vendrás.
Becky trataba de deducir que es lo que estaba afligiendo tanto a Freen así tan de repente, pero al no poder siquiera imaginarlo, se limito a tratar de calmarla, que regresara a la normalidad. A la Freen feliz sin preocupaciones.
-prometo regresar el próximo sábado, Freen- dijo en su tono más dulce y sincero.
-Gracias- dijo tratando de dar su mejor sonrisa.
Becky por su parte le dedico su hermosa sonrisa angelical, al punto de que sus hoyuelos se marcaron notablemente.
Los siete días siguientes fueron eternos para freen. Cada minuto. No podía sacar a Becky de su mente. Todas las cosas que habían ocurrido. Debía estar preparada para lo que sea que fuese a ocurrir. Acomodo su uniforme azul marino, coloco el beanie gris que Becky le había obsequiado sobre su lacio cabello, y se dirigió al centro comercial.
-Llegaste temprano- dijo el encargado con las llaves en sus manos, comenzando a abrir el local para la jornada del día.
-Si, desperté temprano y no pue volver a dormir- dijo con una risita. Es realidad apenas si había podido conciliar el sueño durante la noche.
La jornada laboral empezó. Y Freen trataba de mantener su cabeza en cualquier otra cosa, la ansiedad le estaba carcomiendo por dentro. Para su suerte solo tuvo que soportar un par de largas horas antes de ver esa silueta atravesar la puerta de entrada al lugar. Suspiro de alivio, porque después de todo Becky cumplió su promesa y se presentó, pero ella aún seguía paranoicamente nerviosa.
Becky camino hacia ella como si nada. Freen la observaba expectante. Cuando estuvieron frente a frente se quedaron mudas mirándose fijamente. La menor no comprendía el porque Freen no la saludo efusivamente y comentando alegremente lo primero que se le venia a la cabeza como acostumbraba. decidió ser ella quien rompiera el silencio antes de que tornara más incómodo.
- ¿Hola? - dijo algo tímida.
Freen escucho su voz y se dio cuenta de que se había quedado congelada. Sacudió ligeramente la cabeza y le dedico una bonita sonrisa
-Hola, Becky- respondió.
La menor frunció apenas el ceño. No estaba actuando como de costumbre. Le entrego el CD que había tomado al ingresar al lugar. La mayor lo tomo en silencio y efectuó el cobro. Todo de manera muy silenciosa. Becky se pregunto si había hecho algo malo para que Freen se mostrara tan distante.
- ¿Quieres... almorzar conmigo? - pregunto mostrándose algo indecisa.
¿Qué clase de pregunta era esa? Por supuesto que quería.
-Claro- dijo seria, pero con determinación.
Se dirigieron al pequeño cuarto. Se sentaron frente a frente en la pequeña mesa del lugar, Freen trajo su almuerzo y comenzó a degustarlo, aunque ese día en particular no tenia mucho apetito. El aire de la habitación era muy tenso, casi palpable. Freen apenas le dirigía la marida, eso la heria de sobremanera. Hace tan solo una semana estaban tan cercanas y ahora era como si apenas se conocieran.
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La chica de los CD's | Adaptacion freenbecky | TERMINADA
FanficEsta historia no me pertenece, es solo una adaptacion, todos los derechos a la auto original