-La próxima semana ven cuando finalice mi turno.
Y así fue. El sábado siguiente Freen tuvo que soportar toda su aburrida jornada laboral sin la compañía de Becky, pero verla llegar al atardecer hizo que todo valiera la pena. Como siempre la menor camino hasta estar frente a ella.
-Hola- dijo Becky sonriendo.
-Hola- respondió de igual forma y dio un vistazo al reloj de la pared- seis en punto, hora de irse.
Freen se cabio rápidamente de vestuario y salió del cuarto con una resplandeciente sonrisa que mostraba sus blancos y perfectos dientes.
- ¿Nos vamos?
-Si
Ambas chicas se alejaron del local mientras el par de chicos la observaban.
-Creo que es hora de que la superes, amigo- dijo su compañero, colocando su mano sobre el hombro de su otro amigo- nunca había visto a Freen tan feliz- el chico suspiro resignado.
-Si, creo que tienes razón- dijo con una sonrisa de lado.
Luego de una pequeña llamada telefónica a la madre de Becky, desde un teléfono público, para visar que Becky llegaría un poco mas tarde ese día acompañado por Freen, ambas se dirigieron a la añeja cafetería frente a la plaza. El clima era frio, pero eso no les impidió que ordenaran un par de malteadas. Freen le propinaba suaves caricias a la mano de Becky por encima de la mesa, mientras le comentaba como se las había arreglado para contarle a sus amigas sobre ella, como les había dicho que le gustaba y los felices que estaban cuando finalmente les dijo que Becky había aceptado salir con ella. También le dijo que un día las presentaría. Becky escuchaba cada palabra que salía de los finos labios de Freen como si se tratara de las mas bellas melodías; y es que, para ella, lo eran.
Luego de pagar la cuenta, ambas comenzaron a cruzar la plaza. Al igual que aquella vez, había una cantidad reducida de personas en la calle. El frio del invierno no parecía tener fin ese año. Estaba pasando por enfrente de aquel gran árbol, ya sin hojas, bajo el que habían estado jugando en aquella ocasión, cuando Freen freno su andar y la llamo por su apodo.
-Becky.
La aludida se volteo hacia ella y pudo observar como Freen deslizaba sus brazos a los lados de su cintura, envolviéndola cálidamente. Sin duda alguna a Freen le gustaba abrazarla, y ella comenzaba a corresponderle cada vez más rápido.
-te extrañe.
Freen soltó de repente, tomando por sorpresa a la menor.
-y no me refiero a extrañarte durante mi trabajo. Te extrañe durante toda la semana.
A Becky le costaba trabajo acostumbrándose a todas las cosas bonitas que Freen le decía, pero deseaba que no se detuviera jamás.
Se veían parcialmente iluminadas por las anaranjadas luces de las farolas del lugar, esporádicos y diminutos copos de nieve caían lentamente desde el negro cielo de Londres.
- ¿sabes? - dijo viéndola directamente a los ojos- creo que las cosas suceden por algo. En este preciso momento me alegro de que nos hayan interrumpido constantemente hace una semana. Este es un lugar mucho más romántico y no estoy vistiendo mi glamuroso uniforme de trabajo- agregó divertida.
Freen se acerco muy lentamente al rostro de Becky hasta que sus frías narices se tocaron. Comenzó a mover su rostro muy suavemente en distintas direcciones, haciendo que su nariz rozara con la de Becky en cada movimiento, provocándole un pequeño cosquilleo a lo largo de todo su cuerpo. Pero luego de unos momentos se detuvo, la observo fijamente y acorto la distancia entre ellas, mientras cerraba los ojos lentamente. Suavemente presiono los labios de Becky con los suyos.
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La chica de los CD's | Adaptacion freenbecky | TERMINADA
FanfictionEsta historia no me pertenece, es solo una adaptacion, todos los derechos a la auto original