Los siete días siguientes fueron eternos para Freen. Cada minuto. No podía sacar a Becky de su mente. Todas las cosas que habían ocurrido. Debía estar preparada para lo que sea que fuese a ocurrir. Acomodo su uniforme azul marino, coloco el beanie gris que Becky le había obsequiado sobre su lacio cabello, y se dirigió al centro comercial.
-Llegaste temprano- dijo el encargado con las llaves en sus manos, comenzando a abrir el local para la jornada del día.
-Si, desperté temprano y no pue volver a dormir- dijo con una risita. Es realidad apenas si había podido conciliar el sueño durante la noche.
La jornada laboral empezó. Freen trataba de mantenerse ocupada tanto como le fuera posible para lidiar todos los pensamientos que tuvieran que ver con Becky, pero era inútil. Cada figura humana que ingresaba al local, ella la veía inmediatamente, esperando que se tratara de ella. Pero no era así.
Hacia rato había pasado el horario del almuerzo y ella no aparecía. Tenía hambre, sí. Pero nada que no pudiera soportar.
- ¿Por qué tienes que tardar justo hoy? - susurro más para sí misma que para ser oída.
Los minutos y las horas pasaban. Y lo que mas temía se hizo realidad. Era la hora de cierre de MusicWorld.
Un nudo de formo en su garganta.
El encargado tenia listas las llaves para asegurar todo. Freen le pidió por favor que se tomaran quince minutos extra ese día alegando que debía ocuparse de un papeleo. Ella recordaba aquella vez que Becky había llegado justo minutos antes del cierre. Tenia la esperanza de que eso volviera a ocurrir. Pero una vez más, no fue así.
-Quince minutos. Lo siento, no puedo esperar mas que esto- dijo fríamente el encargado, apagando las luces que iluminaban el salón.
Freen quedo devastada.
Ella no había ido después de todo.
Sus compañeros la observaron preocupados.
-Tal vez solo tuvo un inconveniente y no pudo venir- dijo el castaño tratando de darle alguna especie de consuelo a lo que sea que la chica estuviera sintiendo en ese momento.
-Ve a casa, necesitas descansar. Ni si quiera has almorzado- dijo ahora el pelinegro, afligido.
Pero Freen no emitió sonido alguno.
Ellos se despidieron de ella simpáticamente y se marcharon. Ahora solo quedaba ella y su vacío. ¿Por qué? Esa pregunta se repetía una y mil veces en su cabeza. ¿Por qué?
-
Era el segundo sábado que Becky no aparecía en el local. Freen comenzaba a sentir un horrible ardor en la boca de su estomago cada vez que pensaba en ello.
-
Tercer sábado sin rastro de ella. ¿Acaso había echado a perder todo y Becky jamás volvería a dirigirle la palabra?
-
Cuarto sábado. Freen se encerró en el baño durante toda su hora de descanso.
-¿Acaso una promesa no vale nada para ti?- susurro, sentada en el frio piso del baño con sus brazos alrededor de sus piernas.
-
Quinto sábado. Su compañero vio lo destrozada que estaba Freen por la ausencia de la chica y coloco una mano en su hombro para darle su apoyo. Pero ella se quitó rápidamente con una expresión de ira en su rostro. Ya no era la chica alegre de siempre. Solo estaba ahí, con su mirada enfocada hacia la nada.
-
Sexto sábado. Ya no podía soportarlo. No podía simplemente pararse detrás de un mostrados con una estúpida y falsa sonrisa y fingir que todo estaba de maravilla cuando no era así. Ese día, inmediatamente luego de acabar su turno, tomo su abrigo y se fue del lugar con prisa, sin si quiera dirigirles la mirada a sus compañeros. Cruzo el estacionamiento y luego la plaza continua.
YOU ARE READING
La chica de los CD's | Adaptacion freenbecky | TERMINADA
FanfictionEsta historia no me pertenece, es solo una adaptacion, todos los derechos a la auto original