6. Adán e Ivana.

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Eliezer ha llegado a casa, he estado en mi cama con los brazos sosteniéndome las rodillas y con la cabeza gacha, perdida en mis pensamientos porque tuve un nuevo colapso. Tenía tanto tiempo que no me pasaba pues la dosis de medicamentos que me recetaron es fuerte aunque me he acostumbrado a ella.

He estado mal, todo es una putada, no me he atrevido a hablar aun con mi primo pero sé que lo tengo que hacer.

— ¿Ivana estas bien? ¿Has tenido una recaída? —. La voz del idiota de Eliezer quien está en la puerta esperando respuesta me irrita. Igualmente me levanto y abro, darle una cachetada es lo que hago cuando le veo a la cara— ¡¿Qué mierdas te pasa?! —. Pregunta con un grito y se agarra la mejilla en la que le di.

— ¡Que pasa! ¡Tienes el cinismo de preguntarlo! —. Le doy tres empujones hacia el pasillo.

— ¡¿Adán ha venido cierto?! —. Mi silencio solo hace que le dé la razón—. ¡Ese puto capullo de mierda, no podía quedarse callado! —. Por inercia lo cacheteo de nuevo.

— ¡No hables así de él! —. Puedo sentir como tiemblan mis manos de la rabia—. ¡No tenías que haberle mandado a Mallorca!

— ¡Mi tía dijo que lo hiciera!

— ¡Y desde cuando le haces caso! —. Intento darle otra bofetada pero frena mi mano en el aire.

—Desde que me di cuenta de que había cometido un error —, dice bajando mi brazo—, ahora cálmate —, su voz es suave y calmada, su mirada se encuentra con la mía, por alguna razón me transmite serenidad.

— ¡¿Por qué le hiciste caso?! —. Siento caer lágrimas involuntarias por mis mejillas aún estoy alterada pero solo quiero echarme a llorar.

—Porque ella tiene razón —, da un largo suspiro y me da una mirada sincera—, ese chico es especial para ti y lo sabes.

—Sí, pero no tenía que enterarse así —, siento que me derrumbo ahora solo necesito un abrazo.

—Lo siento —, Eliezer comienza a caminar hacia mí—, perdón por haberlo dicho y por haberte mentido todo este tiempo —, me abraza y no quiero reprocharle nada, solo necesito el abrazo mientras lloro—, ya no me escondo de nadie, sí paso lo que te dije del tío que casi mato pero por suerte nunca me declararon culpable —, confiesa y siento un gran alivio—, lo siento de verdad Ivana —, concluye al separarnos.

—No pasa nada —, solo puedo mirar al suelo no quiero mirarle a la cara.

—Sé que no sabesahora que hacer con el tema de Adán —, hago silencio, él tiene razón—, perotranquila si él en verdad te quiere, te buscara.

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Los días han pasado, he tenido una recaída depresiva y llevo casi 5 días sin salir. Después de aquella charla con Eliezer solo me he sentido vacía y no tengo el valor para salir. Ha venido Lei mi mejor amiga para invitarme a ir a un museo esta tarde, sé que no le gustan los museos pero lo ha hecho para animarme.

Pero de Adán no ha llegado un solo mensaje, nada, supongo que ya se ha cansado de mí, de esta loca para la sociedad.

Las tardes solo las he observado pasar por la ventana de la habitación cuando el sol se va y anochece trayendo la hermosa oscuridad consigo, juntándose las estrellas para formar las constelaciones.

Estoy tan cansada de pasar de un extremo a otro en estados anímicos pero casi nunca soy feliz, simplemente son efímeros segundos que así como llegan se van dejándome amargura, rabia y tristeza, por eso no tengo muchas ganas de levantarme o no le contesto bien a la gente.

Lost Souls: El juego de los perdidos.(Editando) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora