Lost Souls: El juego de los perdidos.(Editando) ✅

5. Rocci

Al rato de que Gabriel colapso lo trasladaron al hospital pero ya era muy tarde, había muerto.

Hoy, hoy estoy en su funeral, me he sentido ahogada, con poco aire y he llorado estos últimos tres días.

Todo era perfecto.

Sin embargo como dice un libro que leí los momentos felices son los más fugaces y fue así, efímera la felicidad que cedió paso a una repentina tristeza.

—Hermanos la muerte es el final del camino terrenal, pero no de la vida en sí misma. El dolor se hace presente en momentos como este, pero la persona vive en nuestros corazones y eso vence a la muerte, pues no se muere quien se va sino se muere quien se olvida —. Las palabras del padre me quebrantan más.

Mis manos tiemblan, mi cuerpo se siente pesado, mi respiración es agitada y no creo aguantar muchos minutos aquí.

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Mis padres vinieron a darle sus condolencias a mis suegros y se fueron, si quiera tuvieron la decencia de acercárseme a decirme algo o al menos abrazarme. Nada de eso, simplemente se fueron porque tienen cosas más importantes que intentar comprender el dolor de su hija, que es pasajero "relativamente".

Y después de su actitud no creo que nuestra relación vuelva a ser la misma, posiblemente decida sacarlos completamente de mi vida, pues eso es lo que se merecen. Han sido padres en la palabra, en un papel de nacimiento y un registro civil que les da potestad sobre mí.

Pero de resto han sido desconocidos con los que he convivido por tantos años que más que amor puedo llamarlo costumbre lo que se ha hecho su compañía.

¿Cómo puedes llamarte padre si ni siquiera te preocupas lo mínimo por tu hijo?

Creyendo que tu responsabilidad es solo aportar bienes materiales, infundiendo que tu amor se basa en lo económico, sin embargo el cariño es algo que pasa a segundo plano, pues tu hijo no puede quejarse ya que "tiene todo lo que necesita", pedir un poco de amor termina siendo una niñería y un acto para llamar la atención.

Que todos esos llantos que son con una verdadera razón son payasadas de la edad y que debes agradecer por todo lo que te han dado aunque el amor te haya faltado debes mostrar gratitud porque es el esfuerzo diario para darte lo que otros no tienen, que no importa si te tratan como una mierda y quieran vivir por ti lo que ellos no pudieron lograr, alegando que es por tu bien y que es el futuro que todos desearían tener.

Sin importar que todo esto esté en contra de lo que verdaderamente deseas.

En fin, aquí estoy en un cementerio mientras el tiempo pasa y escuchando las palabras de un sacerdote intentan suavizar el dolor que sientes y te dan la esperanza de que hay un más allá.

Ahora que el sacerdote calló, la señora Ana va dar unas palabras y yo estoy aquí junto al señor Vicente, hemos estado levantados desde que llegamos pues fueron ellos quienes me trajeron acá y me han acogido como a una hija, a ellos si debo agradecerles realmente lo que han hecho por mí, ya que desde que me conocieron se han comportado de la mejor manera posible.

—Primeramente gracias por acompañarnos —, la señora Ana se nota que está tratando de hacerse la fuerte—, mi hijo... —, su voz es entrecortada y se nota que no podrá seguir por lo que mi suegro va hacia ella, la abraza y ella se quiebra.

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Fuimos los primero en llegar y somos los últimos en irnos, hemos estado admirando en silencio la tumba, el cielo se está nublando, al parecer va a llover.

—Toma se me olvidaba darte esto —, me dice la señora Ana y me entrega un sobre—, Gabriel pensaba dártelo el mismo pero no se podrá, si quieres léelo, sola te esperaremos en el auto, no dejes que llueva contigo acá —. Agrega y se va junto con el señor Vicente dejándome aquí como la única persona que queda en el cementerio.