𝒩𝒾 𝓀𝒶𝓇'𝓉𝒶𝓎𝓁𝒾 ℊ𝒶𝓇 𝒹𝒶𝓇𝒶𝓈𝓊𝓊𝓂 [Dinluke]

Capítulo 5: El respeto también es amor

Din Djarin había vuelto a ser el mandaloriano de credo inquebrantable, volvió a ser tan puro como su Beskar y tan honrado como su gente, una vez La Armera confirmó que lo que Din le trajo fue agua de las mismas ruinas de Mandalore su redención fue completada y fue recibido por su clan nuevamente. Todo fue como si jamás se hubiera quitado el casco enfrente de nada o nadie. Y ahora su siguiente misión junto a Bo-Katan era tratar de unir los pueblos y ser el punto razonable de comunicación entre su raza y la nueva República. Tenían la ayuda de la princesa Leia, eso no hizo tanto escándalo a los mandalorianos pero aún estaban igual de ariscos que un gato.

—¿Me podrías explicar por qué Grogu controla a un droide?

Después de pasar varias semanas fuera de Yavin IV, salvando Nevarro de piratas y tratando de hacer la paz entre clanes mientras trataban de ser civilizados con la nueva República, Din y Grogu volvieron con un regalo de parte de Greef, un droide niñero que el niño era capaz de controlar y que solo responde con monosílabos.

—Un regalo, o bueno, es un favor más bien. Necesitaba un niñero para Grogu.

—Pensé que los IG-11 eran droides asesinos.

—Este no, su tarjeta de memoria fue cambiada, ahora es un IG-12.

Luke estaba de brazos cruzados viendo al pequeño niño verde jugar con palancas y botones mientras el droide caminaba alrededor de manera algo torpe.

—Aún está aprendiendo a controlarlo.

—Ya veo... ¿cómo va todo? Quiero oír todas sus nuevas aventuras.

Empezaron a caminar a pasos de caracol sobre el césped para hablar mientras escuchaban los robóticos pasos del droide perseguir mariposas o recoger flores, hasta ahora Din no sabía si su visita a Skywalker sería hasta mañana o se prolongaría, sin embargo ahora tenía una nave más cómoda a pesar de que adoraba su Caza Estelar, un Razor Crest era una nave que ya conocía de lado a lado y tal vez no era tan rápida, pero justo ahora solo necesitaba practicidad y poder llevar más carga. Había echado mucho de menos a Luke estos días.

—Sabes, últimamente he estado pensando mucho en algo.

—¿Ah, sí? ¿En qué?

—Una vez acabe la reconstrucción de Mandalore quisiera trabajar para la nueva República... quiero decir, algo así como su cazarrecompensas.

—¿No crees que eso es algo un poco contradictorio?

—Estoy seguro de que podré encontrar un puesto. Hay alguien con quien puedo hablar y explicarle, solo quiero un trabajo en que siempre he sido bueno y que me dé el tiempo de vivir cómodamente con Grogu.

Luke suspiró soñador por las palabras de Din, deseando ser parte de ese plan a futuro.

—Eso suena estupendo, ¿vivirán en Mandalore?

Din no supo qué contestar por un segundo, mientras más se acercaba el momento de calma y elección más difícil era para Din saber qué sentía por el Jedi, le era más difícil que antes callarlo pero de todas formas iban a tomar caminos separados en su vida, Din tiene planeado adoptar legalmentea Grogu y criarlo como un niño normal, y Luke debe de encontrar a sus propios padawans y convertirlos en los mejores Jedis de la galaxia. ¿Por qué siempre que tiene la oportunidad de encontrar el amor ocurre algo que separa sus caminos?

—Aún no lo sé.

—Bueno, ¿al menos se quedarán a cenar hoy?

—Sí.

La voz del IG-12 les hizo girar la cabeza hacia Grogu, este se acercó con un par de flores amarillas en la mano robótica y se las dio a Luke con unos chillidos infantiles, el Jedi estaba más que enternecido.