Esperanza

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Desde la muerte de sus padres, Jiang Cheng no había sentido aquel miedo e impotencia desesperante que sintió al ver a Wen Zhuliu golpear a Lan Zhan. 

El terror a perderlo fue tan doloroso y paralizante que no pudo hacer más que sostenerlo dejándolo a él y a si mismo desprotegidos. De no ser por Lan XiChen, probablemente ambos habrían  muerto en aquel momento.

No estaba orgulloso, y se sentía terriblemente culpable por eso.

Lan XiChen también fue quien actuó para salvar la vida de Lan Zhan. 

Al dejar a Nie MingJue lidiando con Wen Xu, Lan XiChen decidió ir a ayudar a su hermano. Llego justo a tiempo para ver el instante de distracción de Lan Zhan y a Wen Zhuliu apuntar su mano hacia su núcleo. Reaccionando a tiempo, logro desviar el ataque con Shuoyue, por lo que solo llegó a rozarlo. Sin embargo, ese leve roce fue suficiente para descargar una corriente de energía que desestabilizo su Qi,  y lo tuvo días en estado muy critico. 

Para que se recupere, Lan XiChen uso un hechizo para bloquear el uso de su energía, ya que aún inconsciente Lan Zhan intentaba usarlo para curarse a si mismo sobreexigiendo su núcleo. 

Jiang Cheng no pudo apartarse de su lado. Sabia que los rumores correrían por eso. Llevaban meses corriendo debido a su cercanía durante las batallas, pero no le importó. No fue capaz de perderlo de vista. Afortunadamente Lan XiChen no le negó nada, ni exigió explicaciones. No todavía. Sospechaba que incluso él y luego su tío, cuando llegó a Qinshan para cuidar de Lan Zhan, trataron de cubrir su espalda de los chismes.

Solo las discusiones post guerra lo mantuvieron alejado de Lan WangJi. Todo fue demasiado agotador. La política era agotadora, pero todo se resolvió, sin muchos inconvenientes. 

Los Wen sobrevivientes deberían dejar la zona, por lo que se desplazarían a Yilling donde debían decidir qué hacer, porque no contarían con el respaldo de nadie, y además, serian estrictamente controlados por Gusu.

La secta seria anulada y criminalizada por siempre, y el botín seria repartido en partes iguales entre las cuatro sectas, que a su vez lo repartirían entre las sectas menores aliadas que los ayudaron. Jin Guangshan intentó usar su poder como cultivador en jefe para obtener mayores beneficios, pero pronto le hicieron ver que fue su falta de previsión, lo que generó que la guerra sucediera en primer lugar. Tenia suerte de que no le hicieran pagar por eso. Aunque podría haber sido lo mejor por su incompetencia, ninguna secta estaba en condiciones de un nuevo conflicto. 

Los rumores de su cercanía con con Lan WangJi, fueron pronto reemplazados por la inesperada deserción de Jin GuangYao de  su secta para regresar a Qinghe Nie, donde se había dado a conocer en primer lugar. Nadie esperaba que luego de su lucha para ser aceptado, algo que consiguió solo por la ayuda y apoyo de Jin ZiXuan, y su amistad con los líderes Lan y Nie, decidiera volver. Todos se preguntaban la razón, y Jiang Cheng agradecía ya no ser el foco de rumores.

Cuando ya no tenia más excusas de quedarse en Qinshan, tuvo que volver a Yunmeng.  Lan Qiren, y algunos sanadores y cultivadores Lan, se quedarían cuidando de Lan Zhan hasta que este pudiera emprender el viaje de regreso a Gusu de manera segura.

 La preocupación por Lan Zhan y el hecho de que debería regresar a tomar su lugar como líder, ahora que había recuperado a Zidian, drenaron su energía. Además, ¿Cómo podía considerar una victoria recuperar Zidian si por ello había puesto en peligro la vida de Lan Zhan?

Finalmente, la perspectiva de perderlo le abrió los ojos con respecto a sus propios sentimiento. A la culpa por ser responsable de sus estado, se le sumaba el miedo a perderlo y el dolor de verlo tan débil. Los sanadores aseguraban que Lan Zhan era fuerte,  que pronto mejoraría, pero hasta no verlo como antes, no estaría tranquilo. 

IMPROBABLES (ZHANCHENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora