𝑬𝑵 𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑹𝑨𝒁Ó𝑵 𝑫𝑬𝑳 𝑴𝑨𝑹| 𝑳𝑶𝑨𝑲 𝑺𝑼𝑳𝑳𝒀

𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀 𝐈𝐈

|𝙴𝚇𝚃𝚁𝙰 𝙸𝙸, 𝙿𝙰𝚁𝚃𝙴 𝙸|

|𝐍𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚 𝐪𝐮𝐞   𝐭𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧, 𝐲𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐯𝐨𝐲 𝐚 𝐚𝐦𝐚𝐫|

𝑶𝑴𝑵𝑰𝑺𝑪𝑰𝑬𝑵𝑻𝑬 𝑷𝑶𝑽'𝑺

Hacía varios años que Gaia, líder del clan Ra me te marama lideraba al clan junto a su amado, Reynok. Ellos se amaban más que cualquier ser en toda Pandora, su amor era innegable. 

Ellos se casaron jóvenes, pues en los clanes de las sirenas se cumplía la mayoría de edad a los 15 años, edad en la que podían ser tomados como adultos y a su vez podían escoger a sus parejas. Ella lo había escogido a él, no pertenecía al clan de las sirenas, era un forastero en su clan. Él era un Metkayina exiliado de su clan por haber llevado a las personas del cielo a su clan, provocando que iniciara una guerra entre los metkayina, los avatar y los humanos. Como era de esperar, los metkayina ganaron, pues las aguas son su territorio, pero al ganar la guerra él fue exiliado. Y aunque lo que hizo hubiese estado mal, su pueblo sabía que no lo había hecho con malas intenciones, él es un amante de la vida, un ser generoso y amoroso el cual siempre ayuda a cualquiera que lo necesite y pida, sin importar su origen. Algunos dicen que esa era su mayor virtud, pero a los ojos de su amada, eso era lo que lo llevaría a la perdición.

Gaia se había enamorado de él en el instante en el que lo vio, ella sabía que era él al que quería en su vida, y al conocerlo no pudo evitar sentirse completa. Y para su fortuna, él se sentía igual. Él se había quedado hipnotizado por su belleza y eso no era novedad alguna, Gaia era bellísima, era la sirena más hermosa de su clan.
Eran los amantes perfectos, su amor no tenía barreras y no tenían prisa en formar una familia.

—¿Realmente estás bien con esto?— Cuestionó Gaia mientras estaba recostada sobre el brazo de su amante, dando leves caricias en su pecho con una de sus manos libres. Él solo dejó salir un leve sonido indicando que no entendía a lo que se refería, alzó un poco la mirada conectando sus ojos con los de él—Con ser líder, no es una tarea sencilla y si en un futuro tú quisieras regresar a tu antigua vida yo...—

Raynok se sentó con cuidado, tomó sus manos entre las suyas y dejó un suave beso—Yo ya hice mi elección, yo te elegí a ti por sobre todas las cosas, mi querido loto- junto su frente a la de ella, Gaia dejo salir un leve suspiro, lo que provocó que su amante la mirara a los ojos—¿A qué le tienes tanto miedo?— esa pregunta estaba de más, él sabía a la perfección el miedo que yace en el corazón de ella, pero quería que ella misma se lo dijera.

—Dejaste toda tu vida atrás por mi, por mi pueblo, mi gente—aún con sus nervios a flote comenzó a jugar con sus manos, no estaba preparada para esto.

—Nuestra gente— susurró con cariño su amado mientras le daba un leve beso en su cien para poder tranquilizarla.

—Nuestra gente— respondió ella mientras soltaba una leve risa— somos muy jóvenes para esto, tengo miedo de hacerlo mal— 

Él comprendía a la perfección su temor, ella solo tenía quince años y él tenía diecisiete, no tenían experiencia gobernando clanes ni dirigiendo pueblos. A pesar de haber elegido estar a su lado en todas y cada una de sus vidas, le era imposible no pensar en todo el duro trabajo que iban a tener, aunque eso le importaba poco, pues ella estaba a su lado y eso era todo lo que necesitaba y quería— Lo haremos bien, estamos juntos en esto—