Había pasado un tiempo desde que los na'vis habían destruido mi hogar, Neteyam no paraba de ir y venir de aquí para allá. Pero yo no quería ver a nadie, me la había estado pasando con Payakan en nuestra pequeña cueva.
-Gracias por estar aquí, hermanito- abracé a Payakan. Él siempre parecía confundido cada que le decía así, pero no podía evitarlo.
-Thais- al voltearme vi a Loak, era la primera vez que lo veo después de tanto tiempo- Tienes que venir, ya- ellos estaban aquí, lo sabía muy bien. La guerra había llegado.
Me llevó con él en su ilu hasta el arrecife, dónde estaban los guerreros, su familia y los jefes del clan esperando por nosotros. Me ayudó a bajar y fueron hasta donde ellos nos esperaban- Haz traído un guerra aquí- musitó el Olo'eyktan mientras señalaba al mar- Mi gente los vio, llegaran al atardecer, llévate tu guerra-
-Yo no traje ninguna guerra, ustedes la provocaron- me miró con desprecio, nada nuevo
-Nosotros no pedimos esto-
-Le declararon la guerra a mi pueblo en el momento que usted rompió mi concha de sal, ellos me creen muerta, por eso vienen hacia acá, para vengar mi muerte- tomé un poco de aire para tranquilizarme- Yo no les hice nada a ustedes, y aún así ustedes me hicieron daño a mi-
-Su raza es un peligro- respondió la madre de Neteyam
-¿Y quién dice eso?- antes de que pudiera responder hablé - Oh, claro. Lo hicieron las personas del cielo, quienes intentan invadir Pandora. Aquellos que destruyen nuestro hogar y siempre les mienten- apreté mis labios con fuerza, que hipocresía- Claro que su palabra es de confianza- bajó las orejas mientras miraba al suelo, ella sabía que yo tenía razón.
Antes de seguir discutiendo sonó la alarma, al parecer una nave de las personas del cielo se acercaba-¡Están cazando a nuestros hermanos!- gritó un na'vi. Salí corriendo directo hacia donde creí que estaría Payakan y en efecto, ahí estaba él con algo clavado en su lomo.
-Is, vete de aquí- me ordenó Neteyam mientras él, sus hermanos y amigos intentaban quitarle el rastreador.
-No lo dejaré morir, no otra vez- él solo suspiró y comencé a ayudarlos, pero la nave se acercaba cada vez más.
-¡Está muy cerca!- gritó una pequeña, quién si no estaba mal era la pequeña Tuk.
Jalamos todos con fuerza y logramos quitarle el rastreador a Payakan, así que todos comenzamos a nadar con rapidez para poder escapar, pero todo parecía no tener fin. Estaba nadando intentando buscar a Payakan hasta que vi a Loak intentando sacar de una red a Tsireya y Tuk, nade hasta ellos y ayude a Loak intentando jalar la red hacia mi, por un pequeño hueco de la red tomé la mano de Tuk ayudándola a salir, pero comenzaron a subir la red con más fuerza, provocando que terminará enredada en la red. Al salír nos tumbaron con fuerza en la cubierta de la nave, yo intentaba desenredar mi cola de la red pero no podía, un avatar con traje y arma me tomó del brazo- Miren que tenemos aquí- me arrastró hacia la bandarilla y me esposó junto a Loak, tomé mi forma na'vi y sentí como jalaban de mi cabello- Que sorpresita-
