Enid Addams.

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—¿Karma?—El tipo se recompuso por completo viendo a la chica frente a él, Merlina estaba vestida de negro como siempre, llevando un vestido flojo, algo que le llamo la atención. De formas no convencionales, lamio sus labios mirando el cuerpo de la chica sin sentirse nada intimidado por el brillo del cuchillo que iluminaba de forma leve la pierna del hombre por el reflejo, particularmente noto que buscaba reflejar su entrepierna—Lo siento, el Karma es algo que nunca me ha atrapado, siempre he corrido más rápido que el.

—No te preocupes, voy a dañar tanto tus piernas que no vas a poder escapar más de el—Merlina lo observo de forma analítica, 1 metro 78 quizás, cuerpo fornido y un rostro algo demacrado, quizás no más de sus 48—Demonio azul de Chicago.

La expresión del hombre cambió a una de incredulidad por un largo momento, largo y tortuoso momento antes de sonrier de forma tosca—¿Quien eres tu?—Pregunto viendo una gota de sudor bajar por su nariz—¿De la Cía quizás?.

—No, ni menos—Merlina dio otro paso al frente para que el hombre la viera bien, la imagen de su amigo Eugene apareció en su mente—Solo soy una idiota resentida y obsesionada contigo.

—Que romántica eres—El viejo hombre se relamio sus labios—Vas a volverme loco y aún no me has enseñado nada de tu piel ¿A que raza perteneces? ¿Una vampira quizás?—La joven Addams no respondió, se estaba limitando a observar al tipo, dándole una leve mirada a la Sirena inconciente en el suelo—Seas quien seas ¿Como sabes quien soy?.

—…—Merlina finalmente le despego la mirada de la sirena y vio al hombre que se alzaba frente a ella—Supongo que supo que estuve tapando sus asesinatos ya que trabajaba en la policía ¿Cierto? Entre todos ellos pude aprender un poco de usted, cada cuerpo me dejo una historia que seguir para saber su identidad, la forma entre cada uno, los patrones de violencia, de odio, las cicatrices, no tenía ningún parecido entre ellas.

—…—El hombre se quedó en su sitio escuchando la explicación de la chica.

—Si embargo, fue esa falta de patrones que me llevó a pensar en que no era alguien común y corriente que vino aquí casualmente, realmente en un inicio pensé que era incluso un familiar mio, pero fui descartando a más y más con cada visión, hasta que llegué a la víctima del día 8 del presente mes. Ella me dio una pista importante.

A la mente de Merlina vino un recuerdo de la última chica tirada en un río, una Normie, Pericles y Largo estaban junto a ella, pero se concentro en colocar sus manos sobre el cuerpo de la chica y alzo su vista de inmediato.

—En mi visión usted Pronunció un nombre que me llamó la curiosidad: "Mi amada Renata" un nombre nada común de este lado de América o al menos no tan común. Cuando termino con su primera víctima dijo a su vez "Feliz aniversario amada mía" eso me llevó a pensar en sus orígenes, en Chicago, durante los años 90 hubo un violador y Asesino, que tuvo 3 víctimas, muy poco ¿No? Su primera víctima fue su esposa. Y la fecha de asesinato fue el 8 de junio—Merlina miró al hombre con astucia—Renata Pagostini, una mujer de origen Italiano, inmigrante.

—¿Supiste tanto en tan poco tiempo?.

—En realidad hay un documental del caso—Contesto Merlina de inmediato—Tras su tercera víctima desapareció sin dejar rastros, han pasado 30 años y dieron su caso por perdido pero, fue justo en su forma de actuar que siguió atacando, a víctimas que no tenían ningún incentivo entre sí, a víctimas que no tenían algún parentesco ni en lugar o forma de ataque. Siguió operando durante años en todo el país—Merlina tomó una pausa y continúo con su explicación—En forma de contrato ¿Cierto? Un servicio muy ruin.

—¿Que?—El hombre mostró una expresión clara en su rostro, sorpresa, vio a Merlina con sorpresa—¿Como sabes de eso?.

—El dinero mueve influencias, y pude acceder a esa información gracias a eso—Ella vio al hombre con indiferencia—Y fue contratado por alguien hace 6 meses, su primera, su segunda, su tercera y demás víctimas solo eran distracción para ocultar su objetivo, fuera cual fuera de eso—Merlina observo a la Sirena a sus pies—Profesor Leoni, hablar de su esposa a su última víctima fue su único error, nunca sospeche de usted, un hombre común y corriente que gustaba de la química y la física contratado por la policía para encubrir sus crímenes fuera el asesino—Merlina sonrio con desden—Toda su coartada fue tan cliché que nadie se la tomaría en serio.

Devuélvemela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora