Capitulo dos

106 19 1
                                    

¿Sabes?

Es muy curioso, yo nunca he sido muy religiosa, la idea de alguien superior que nos observa constantemente, no es de mi agrado, pero hay una frase católica que dice "Dios nunca castiga dos veces" yo no he sabido cuántas veces ya me ha castigado. De tantas personas en el mundo, el, ¡¿por qué el?!

Si Dios existe, no es muy amable conmigo, ¡¿cómo rayos me iba a mandar a ese ser?!

Creó que Dios debía entender que todos merecemos segundas oportunidades.

Mi cuerpo quedó tenso al oír mi apellido salir de esa asquerosa boca otra vez, con ese maldito acento inglés que tanto me gustaba antes y ahora solo me repudiaba.

Siempre le había dicho que no me gustaba que me llamarán por mi apellido, pero a él nunca le importó.

—Si, termine aquí, pero tú también estás aquí así que, eso significa que también estás en el lugar correcto, Lucas Jones.

Sin darle tiempo a responder solo apresure al guardia a seguir caminando hacia mi habitación, no quería seguir viendo esos asquerosos ojos ámbar o estar aquí con el un segundo más.

Ya había perdido mucho tiempo con el.

—¿Ves? Siempre huyes de todo, sabía que te daba miedo, Miller.

Aunque hice mi mayor esfuerzo por huir de el no funcionó, ya que, comenzó a seguirme a mi y a Jonh, ¿de verdad no puedo tener peor suerte en el mundo o había hecho tantas cosas malas como para ser constante mente castigada?

Lucas, era un completo hijo de puta, recuerdo que había salido con el unos años atrás y habíamos terminado, porqué me puso el cuerno estando borracho.

Es de las personas idiotas que culpa al alcohol por sus acciones.

En ese momento me lastimó como nunca nadie lo había hecho, estaba demasiado enamorada de el, pero tarde o temprano logré superarlo y ahora solo sentía asco por el.

Aunque parecía que el destino nos quería juntos, otra vez.

—¿A dónde vas tan deprisa?—. Cuestionó pasando una de sus manos por su cabello rubio, el chico se había pintado los mechones de su frente de color rosa y el resto lo tenía rubio platinado.

Recuerdo como antes me dijo que se lo quería pintar de ese modo, ahora veo que lo cumplió.

—Iré a cualquier lugar en dónde no estés con tu maldita sonrisa y con tu maldito acento inglés.

Volvió a sonreír como si le hubiese dado el mejor halagó de toda su vida. Tan sínico cómo siempre.

—Como siempre, eres tan encantadora conmigo, eso siempre me fascinó.

Miro a John y le hizo una seña de que se fuera.

—Mi deber es darle sus medicinas y llevarla a su habitación.

John intento recordar cuál era sus propósitos como guardia, sin embargo, Lucas le quitó las cosas y John no tuvo más remedio que irse de aquel pasillo murmurando cosas sin sentido alguno.

¿Cuánto tiempo tengo que pasar cerca de este idiota?

—Ahora cuéntame, ¿por qué acabaste acá?

Lo ignore, pero el seguía sin entender el desprecio que le daba. Nunca había tenido tanta felicidad en estos días, me sentí tan bien cuando llegamos a mi habitación, eso significa que se irá pronto.

—Algo grave tuviste que hacer para tener una camisa de fuerza.

Ironizó nuevamente el tema. ¿Acaso nunca iba a entender mi desprecio hacia el?

"Estábamos tan cerca de las estrellas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora