Capitulo 4: La Llegada.

4.4K 360 54
                                    

La tención se podía sentir en el habiente dentro de la cabina del jet privado de los Mikaelson, tención que al parecer solo parecían sentir los británicos puesto que el original presente en el avión estaba indiferente.

Indiferente mientras bebía del cuello de una bella azafata de 20 años quien parecía deleitarse de la atención del azabache mientras estaba sentada sobre su regazo.

El original paro su acción al estar saciado y evitar matar por error a la chica. Al terminar este simplemente mordió su muñeca y le dio un poco de su sangre a la chica quien la bebió para después levantarse totalmente recuperada.

Los adultos miraban al chico con algo de recelo temiendo que en cualquier momento saltará sobre ellos. Dumbledore a pesar de ser muy competente en la magia sin varita dudaba que esto sirviera contra el vampiro.

Por otro lado Minerva y Amelia eran hábiles brujas y muy poderosas pero dudaban que pudieran mantener a raya al chico por un tiempo antes de que las acabará.

Aunque de los 3, Minerva era quien menos creía que aquello pudiera ocurrir, algo muy dentro de ella le decía que el chico no le haría daño. Tal vez sea su cariño por los padres del menor que influenciaba en el hecho de no ver al chico como en realidad era.

- Atención, les habla su capitán. Estaremos aterrizando en 10 minutos. - Dijo la voz de un hombre por unas bocinas del avión.

- Si me disculpan, debo ir a cambiarme y asearme un poco. - Dijo el original levantándose de su lugar para luego ir hacia el baño privado del habían.

Los adultos se relajaron un poco. Aunque fuera solo un niño daba miedo y el hecho de lo que es aún más incrementaba ese terror.

Dumbledore no dejaba de pensar que era lo que había salido mal en sus planes. Nada de lo que tenía planeado para el chico serviría ahora y dudaba que sirviera algo en el futuro.

Amelia estaba pensando en que es lo que le diría al ministro y como reaccionaria este y su lame botas de Umbridge.

Mientras tanto Minerva estaba sumida en su auto desprecio y culpa por el destino del chico puesto que pensaba que todo era su culpa y que debía haber hecho algo hace tantos años por el.

Los pensamientos de los adultos se vieron interrumpidos cuando el chico llegó nuevamente.

Esta vez vestía unos pantalones de vestir azul oscuro, una camisa blanca que se ajustaba perfectamente a su figura que para sorpresa de los adultos se veía bastante tonificada para alguien de su edad.

Las mangas de la camisa estaban arremangadas hasta sus codos dejando ver sus antebrazos y más específica su antebrazo derecho donde había un tatuaje escrito el cual decia; Always and forever.

Ninguno dijo nada hasta el momento en el que el habían aterrizó en el aeropuerto de Londres.

El viaje había durado 3 horas y media por lo que aún era de día. Pronto el original y los británicos descendieron del habían para tocar suelo británico.

- Hace dos años que no vengo a Inglaterra. - Comento el original con voz tranquila e indiferente. - La última vez que vine fue una noche sangrienta. - agrego el original mirando de reojo a sus acompañantes quienes al escuchar sus palabras se tensaron un poco.

- Si ya dejó de recordar viejos actos señor Mikaelson. - Anuncio Amelia con voz sería. - Debemos irnos, aún queda hacer. - Agregó la mujer.

- ¿Y que seria eso Amelia? - Pregunto el original con algo de curiosidad puesto que no sabía muy bien que seguiría ahora.

- Amelia partirá al ministerio para informar su regreso. Se tendrá que descongelar sus cuentas para poder comprar sus útiles para Hogwarts. - Hablo el anciano con su voz de abuelo con la esperanza de que aquello generará interés del chico sobre el tema y así hablarle de sus padres y conmover su corazón para que viera a los Potter como sus únicos y verdaderos padres.

ƁƖσσɗу ƑαтєDonde viven las historias. Descúbrelo ahora