Capítulo 13

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Al llegar a la puerta de su casa, me detuve unos segundos antes de tocar el timbre. Inhalé aire suavemente y esperé a que me recibieran.

No se demoró mucho en abrirme la puerta. Para mi sorpresa, era Ángela quien se encontraba del otro lado y no Jack.

—Pasa, cariño. Estás muy bonita— me saludó con un beso en la mejilla y me invitó a entrar—. Perdona a Jack, se está demorando un poco pero ya bajará.

Asentí con la cabeza y me limité a esperarlo en silencio. La señora me ofreció sentarme en el sofá, a lo cual accedí ya que no sabía cuánto tiempo iba a tener que aguardar.

Miré la hora. Eran las 6:50. Había llegado unos minutos antes, esperaba no haber quedado muy impaciente.

Tras un corto tiempo de estar allí sentada mirando el techo, oí como alguien bajaba por las escaleras de la casa, por lo que rápidamente me incorporé imaginando que se trataba de Jack.

Para mi desgracia, me topé con Evan, que estaba sin camisa y con unos joggings grises. Tenía un buen físico; y el cabello alborotado lo hacía lucir muy atractivo. Pero nada quitaba que era un idiota.

—Evan, te dije que vendría Olivia, ve a ponerte una camiseta— lo regañó su madre mientras abandonaba la sala sin darle demasiada importancia a la situación.

Intenté desviar la mirada para que no pareciera que estaba embobada mirando su abdomen, así que estuve un par de segundos con la vista posada en el suelo hasta que oí voz.

—Puedes mirar, tonta— dijo al darse cuenta que me estaba forzando a no observarlo. Sentí como mis mejillas comenzaron a arder—. Así que saldrás con mi hermano— volvió a hablar antes de darme tiempo a contestar. Suspiró y se cruzó de brazos esperando una respuesta. ¿Acaso era un interrogatorio?

—Eso creo— me limité a responder mientras me encogía de hombros y volvía mi vista hacia el, pero esta vez a directo a sus ojos.

—¿Te gusta?— preguntó sin ninguna expresión en el rostro. No tenía idea a qué venía todo esto. Era extraño sumado al hecho de que su rostro era imposible de leer.

—Qué te importa— contesté intentando que algún gesto se escapara para descifrar a qué quería llegar. Pero su expresión no cambió.

—No me importa— se encogió de hombros—. Yo rompí con Caroline— comentó.

—Sí, me enteré.

—Gracias por el consejo.

—Ahora tienes el camino libre para tu próxima presa, siento mucha pena por la chica que te gusta.

—Gracias— dijo con ironía para darse media vuelta y salir de la sala—. Yo siento pena por Jack que tiene que salir contigo— pude oír que dijo antes de desaparecer.

No pude terminar de procesar las palabras que habían salido de su boca ya que a los segundos pude oír cómo está vez sí bajaba Jack por las escaleras. Estaba muy bien vestido, lucía muy guapo. Algo elegante, pero yo también. Después de todo, había sido una buena elección de atuendo la de mis amigas. Y aunque los restaurantes caros y finos no fueran lo mío, debía darle una oportunidad a salir de mi zona de confort nuevamente.

—Lamento haberte hecho esperar, no encontraba mi...— comenzó a disculparse mientras terminaba de abotonar su camisa para luego quedarse mudo al verme— guau, luces... hermosa.

—Gracias— me sonrojé mientras sonreía ante tal cumplido.

—Vamos— tomó las llaves de su coche para dirigirnos hacia la puerta—. Espero que no te hayas topado con Evan— hizo una mueca a la vez que salíamos.

Olivia y los hermanos ScottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora