Capítulo 12

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Los días transcurrieron normales, dentro de Hogwarts, ya que fuera de las paredes del viejo castillo, escondían el secreto de dos seres que se amaban en la oscuridad, donde ambos sin barreras se entregaban al acto carnal, donde no bastaban las palabras para expresar cuanto se amaban, aunque no se lo habían dicho entre sí, esperaban el momento adecuado para decirlo y Severus quería decirlo de frente de todos que amaba a su pequeña y aceptaría cualquier cosa con tal de no alejarla de su lado.


La fecha para la graduación se fue acercando y todos los alumnos se ponían nerviosos ya fuera por lo últimos exámenes o por el baile de graduación que dicho baile ponía muy triste a Hermione, ya había hablado con Severus y ambos quedaron en ir solos, pero lo que ella más quería era presentarlo como su pareja, estaba segura que lo amaba pero él no le había dicho eso y ella no quería dar el primer paso y que el no le correspondiera, lo mejor era esperar a que el estuviera seguro, pero esperaba que no se tardara tanto.


Mientras los días pasaban, el amor de Hermione y Severus se intensificaba, aunque todavía no se habían dicho cuanto se amaban ya prácticamente lo sentían; pero aunque su relación día a día mejoraba más, parecía que Ron le hacia la vida imposible cuando el tiempo pasaba, el insistía en que ella debía volver con el y que exageraba al decir que prefería el Quidditch ante ella.


-. Creo que estás loca-.


-. Déjame en paz Ron, si lo único que quieres es insultarme, no quiero hablar contigo entonces-.


Hermione corrió y Ron le pisaba los talones, ella conoció un pasadizo que le enseño Severus y al girar sobre un pasillo lo perdió, dejando a un Ron completamente desubicado.


Le preocupaba lo celoso e indulgente que Ron se ponía y le atemorizaba que cometiera una locura anteriormente ya la había tomado bruscamente de los hombros y no la quería soltar hasta que dijera con quien andaba, aunque afortunadamente Severus llego y la libero castigando a Ron, en ese momento jamás se había sentido tan aliviada, realmente amaba a Severus.


Hermione decidió ir a las mazmorras, le contó a Severus lo ocurrido y lo que le dijo hizo que se derritiera:


-. Si ese idiota de Weasley o algún otro se te acerca o te hace algo que no quieres, ten muy en mente que yo hare que se arrepientan, no te preocupes yo te protegeré-.


Eso fue lo más hermoso que él podía decir, realmente lo amaba y se lo habría dicho en ese momento pero tenía miedo de no ser correspondida, así que solo le dijo:


-. Te quiero-.


-. Yo también te quiero, Hermione-. Y le dio un beso casto que poco a poco demostraba el amor tan grande que sentía por su mujercita, pero el decirle que la amaba era poco, si debía decírselo él quería que fuera especial y que todo el mundo lo viera cuando lo hiciera y que lo envidiaran por la suerte que tenía.

Otro día normal, con clases y el acoso de Ron, ya no podía con él, desde el desayuno hasta en clases, se sentía apenada pero al mismo tiempo fastidiada ya quería que todo acabara y que supiera la verdad, no tenía nada de malo, le dejo muy en claro que ya no quería nada con él, pero parecía que él no quería entender.


Hermione se disponía a ir al baño de prefectos donde se quedó a ver con Severus, dentro de una hora pero quería ver si podía hacerlo más romántico así que quería llegar una hora antes de su encuentro para darle una sorpresa.

Llego al baño de prefectos cerró la puerta suspiro ya que tenía muchas ideas en mente, pero al dar el primer paso la puerta se volvió a abrir de manera brusca y vio a la última persona que deseaba ver en ese momento: Ron.


-. ¿Qué haces aquí Ron?-. Le decía mientras retrocedía lentamente, no sabía de lo que era capaz.


-. Lo mismo te puedo decir Hermione, ¿Porque estas aquí, a no ser que quieras ver a alguien?-. 


Ron volvió a cerrar la puerta y se acercó peligrosamente lento hacia ella.


-. Estas equivocado y te pido por favor que te vayas-.


-. Quiero saber que te hecho, porque me odias-. 


Eso parecía una ironía ya había tenido esa discusión antes, pero el sentimiento era distinto.


-. Por favor Ron yo no te odio, lo que pasa es que te has estado comportando muy raro, siento que me atacas-.


-. Tú me atacas a mí, pero quiero que algo te quede claro-. Ron se abalanzo sobre ella, y la tomo del cuello de una manera muy poco gentil. 


-. Tú eres mía-.


Hermione lo vio con miedo, pero ella no le temía a nada y mucho menos a Ron, se soltó y lo miro de manera desaprobatoria.


-. Estás loco Ron, yo no soy propiedad de nadie y menos de ti, te pido que te vayas-.


-. Muy bien me voy pero te voy a recordar lo que le puede pasar al que se acerque a ti-.


Se puso en guardia con varita en mano y dijo con un odio tan profundo que se sentía en su garganta.


-. Expelliarmus-.



Del odio al amor solo hay ...Una pociónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora