Un cambio

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               En lo largo de mi vida he notado que los hombres en la vida de mi madre no son permanentes, van y vienen como si fuera una pasarela. Los amantes de mi madre solo duran dos meses, dice que ninguno la hace sentir completa o mínimo feliz. Aunque mi madre ha hecho de todo para mantenerme no ha estado presente en mis etapas de vida, las actividades del colegio, las festividades familiares, nada... incluso desde hace unos años me he vuelto una chica rebelde para llamar su atención y nada, detención, uniformes muy cortos, travesuras en el colegio... era muy estresante pero nada, de nada... Me gradué hace dos años del colegio y fui directo a la universidad, soy una chica ejemplar con honores aunque mi comportamiento no sea el mejor ejemplo para los menores, de pequeña me adelantaron dos años así que suelo ser la menor en los grupos de amistad.

Me llamo Alex Parker, tengo 18 años, mi altura es promedio, de tez algo pálida y me siento satisfecha con mi cuerpo, mis ojos son color azul y mi cabello es castaño, largo y algo ondulado, para ser sincera no parezco en nada a mi madre. Una morena hermosa de ojos color miel y cuerpo perfecto, gran reportera que viaja por el mundo buscando noticias, una mujer muy segura de si.

En estos meses mi madre ha tenido un romance con un empresario millonario y al parecer esto va en serio ya que no llevan ni mes y medio y ya nos iremos a vivir con ellos. Trate de hacer razonar a mi madre pero ella nunca me escucha así que me he tenido que aguantar y dejarme arrastrar a la casa de un desconocido. Estaba viendo mi nueva universidad y valla que era cara, supongo que tendré que usar una personalidad fuerte este año o me aplastarían como cucaracha. Debía buscar una buena estrategia para sobrevivir hasta la graduación. Verán, viajar tiene sus ventajas, aprendes demasiado de otras culturas y platillos, lo mejor de viajar es la comida.

Me subí al auto cuando ya todo estaba empacado y los de la mudanza se encargaron de todo lo demás. Mi madre arrancó cuando todo estuvo listo y yo solo me la pasaba mirando por la ventana mientras escuchaba música. Siento como mi madre me arrebata los auriculares enfadada y frunzo mi ceño, era inusual que me hablara durante un viaje largo en auto, es más... era inusual que me hablara en cualquier momento por más de dos segundos.

-¡Los dañarás mujer!- gruño por lo bajo.

-No me interesa, solo ponme un poco de atención.

-Vale, habla ya.- refunfuño pero a la vez tenia gran curiosidad.

-Mi novio se llama Kevin Markfren, tiene tres hijos y quiero que lo llames papá.

-¿Y ese apellidó? ¿Del circo?-me burlo divertida y abro mis ojos como plato al escuchar lo ultimo que me dice. - Eso jamás pasará, este hombre solo será otro en tu larga fila de pretendientes, será una cosa pasajera, además, tiene hijos -hago una pequeña mueca.- Apenas puedes conmigo. – Susurro por lo bajo.

-Este no, voy en serio esta vez. – escuche algo de emoción en su voz lo cual se llevó de mi parte una gran mueca.

-¿Estás loca? ¿Enferma? - Le miro curiosa

-No me hables así jovencita, soy tu madre. - hasta que se acuerda, ruedo los ojos.- No quería decírtelo por esto mismo, sabía que te pondrías así, además lo conozco desde hace meses.

-¿Cómo es que no me hablaste de él? Para mi solo sales con él medio mes y ya nos vamos a vivir a su casa.

-No era necesario, además, ahora tendrás tres hermanos, ¿no es emocionante?

-No me interesan los hermanos, estaba bien como hija única.- niego enojada.

-No seas grosera, son dos chicos y una chica, ya verás que se llevaran bien.

Cambiar yo? Never!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora