-Si querida, ahora nos vamos.- mi madre le da una ultima mirada al oficial Parker y cruza la calle para montarse en el auto. Yo cruzó tras ella y también me monto.
-Lo siento, pero de verdad, yo no inicie esto... yo solo caminaba y ellos llegaron.
-Alexandra... ya cállate... no quiero escucharte...- dice seria poniendo en marcha el auto.
-Pensé que me creías...- digo casi en susurro. Odiaba cuando la voz me fallaba.
-Y lo hago pero ya no quiero hablar del asunto... no sabes acatar los castigos... si te hubieras quedado en casa castigada no hubiera pasado nada.- dijo furiosa.
-Pero desde que llegamos aquí me la he pasado castigada. ¿Qué culpa tengo? Soy una adolescente y necesito divertirme.
-¿Y te divierte metiendo en problemas a otros? La madre de Max no quiere que se junte contigo. Espero que estés satisfecha.
-Quieres que tenga nuevas amistades bien las tendré pero luego no me regañes... hago lo que puedo.
Bien si ella quería que tuviera nuevas amistades... lo haré... pero serán las que yo elija... el resto del camino no hablamos, ambos estábamos algo enojadas. Mire por la ventana, había comenzado a llover y me quede viéndolo. No me fije que ya habíamos llegado a casa. Mi madre llamó mi atención y me baje sin esperar sombrilla alguna.
Al entrar a la casa vi al señor Makfren. Me disculpe con la mirada y subí a mi habitación. Después de un rato escuche pasos y me pegue a la puerta.
-Lo siento si te hemos causado muchos problemas... te juro que ella no era así.
-Amor tranquila... solo espero que ella no dañe a mis hijos...
-No lo hará amor... tranquilo...
Esa era mi madre y su prometido. El idiota pretende ser amable conmigo y de espalda piensa lo peor. Es un desgraciado sin vida. Suspiro y me tiro en mi cama mientras observo el techo. Esto es una peste... odio mi vida. Su boda será dentro de tres meses y ese tipo ya no me agrada... de hecho... nunca me agrado.
Me dormí enfadada con el mundo. A la mañana siguiente me desperté y me di un baño, me coloqué el uniforme y salí de la casa. Hacía un frío bestial, per creo que aún me quedaba algo de coraje del día anterior ya que no me importaba. Al llegar al instituto entré a la cafetería y compré mi desayuno.
Suspiré al terminar y me encamine hasta mi casillero. Guarde algunas cosas y a lo lejos vi a Max. Cerré el casillero y corrí hasta él pero me evitó. En cuanto me vio dio la vuelta y camino rápido. No lo podía alcanzar.
Frustrada camine a mi primera hora de clases, historia, era horrible. Lo único bueno es que esa clase la tomó con Max y Katherine y no se puede escapar. Un poco más motivada entre al salón y vi a Max besando a otra. Se me subieron los colores ¿Cómo se atrevía? Todos vieron la escena y el idiota de Max sólo sonrío.
Me senté ya que el profesor llegó pero no preste atención en clase. Sentía que todos me miraban ¿y como no sí ahora ando como una cuernuda? Pensaba mil y una manera de matar a Max pero nada se me venía a la mente. En hora de almuerzo fui a la cafetería e hice la fila.
-Oye enana... ¿Por qué no me esperaste en la mañana?
-No me hables Logan... no quiero hablar con nadie.- me toco el turno y pedí mi almuerzo. Me senté en una mesa y todos me miraban. Mi era era incómodo.
-Miren... Aquí tenemos a la cuernuda!- esa voz irritable.
-Violeta... déjala, mejor comamos.- la voz de Logan se escuchó.
-Sabes... nadie te quiere por buscar tantos problemas - ríe y se va con Logan que me mira con pena.
Si hay algo que más odio en este mundo es la pena. Me levanté de mi asiento y camine hasta la mesa de Max, este no me miraba, odiaba eso también.
-Mírame...- levanto una ceja.
-¿Qué?- me mira aún comiendo.- ¿Lo que viste no vasto? Alexandra no te quiero cerca de mi. Terminamos hoy mismo.- todos se quedaron mirando.
-No... no terminamos cariño...- lo miro con odio.- tu y yo nunca empezamos... solo eras un juguete.- me vuelvo a levantar del asiento y vuelvo a mi mesa para comer con la cabeza en alto.
El día siguió lento, estaba aburrido y no pasaba nada entretenido. Seguía recibiendo miradas pero eran menos incomodantes que las de antes... aun sigo siendo la reina aquí malditos.
-Harry te toca con Parker.- dice el profesor de biologia y salgo de mi mundo y miro al tal Harry. No estaba mal, el chico se sienta a mi lado y sonríe coqueto.
-Hola hermosa...- tiene esa sonrisa juguetona.- ¿dónde haremos el proyecto en mi casa o en tu casa?
-En la tuya... supongo que habrá menos problemas.- sonrío juguetona.- ¿y de que es el proyecto? Es que estaba en otro mundo- me hago la boba pero en realidad no sabia de que era el proyecto.
-Un tema de segundo grado... la reproducción...- veo que hace una mueca pero luego la cambia.- podemos hacer un experimento.
-No gracias... solo es un proyecto escrito... ¿podemos ir hoy después de la escuela?
-Claro- sonríe y el timbre suena. Me toca la ultima clase al fin que es matemática. Voy de camino al salón cuando Logan me interrumpe el paso.
-Te quiero lejos de Harry.- lo veo, está serio.
-¿Por qué? Es un proyecto así que no puedo.- me cruzo de brazos.
-Hazlo sola... al salir te irás con nosotros.
-No eres mi padre.... iré con Harry y tu seguirás tu vida con tu estúpida novia.
-¿Por qué la metes en esto?
-Tu empezaste... ahora dejame- entro a la clase y por suerte pasa un poco más rápido.
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Cambiar yo? Never!
Teen FictionMi padre nos abandono cuando yo apenas tenía memoria. Mi madre a hecho todo lo posible para mantenerme, incluso a tenido muchos novios, pero ninguno dura más de 2 meses. He viajado casi todo el mundo por eso. Aquí le contaré más, sigan leyendo...