Pulsera y niña de mercadillo.

De vuelta a casa

Una vez el tema del chico de la azotea estuvo arreglado, las vacaciones fueron mejores. Me lo pase muy bien y todo fueron risas y risas. Pero tambien echaba a Lorena de menos, todo hay que decirlo.
Cuando se acabaron las tres semanas, volvimos a casa. Llegamos por la noche, asi que nos dimos una duha rapida y nos acostamos enseguida. A la mañana siguiente, me levante, desayune rapidamente y fui a ver a Lorena. Estuvimos hablando y la conte con todo detalle mis vacaciones. Cuando acabe de relatarle la cantidad de cosas que habian pasado, ella dijo:
-Pues yo fui tres dias a una ciudad enorme, con unos edificios que llegaban al techo y habia muchisimo ruido, y coches sobraban por todos lados. Es muy diferente a eso creeme, pero alli el aire esta sucisimo, prefiero mil veces mas vivir aqui. Ah y me compre un libro de misterio, t he traido una revista de animales que se que te gustsn y ademas fui a un mercadillo y me compre esta pulsera, mira.
Casi salgo corriendo y me tiro al rio y me pongo a nadar lejos, muy lejos, lejos de esa pulsera que estaba empezando a odiar, pense en la posibilidad de nadar hasta mar abierto y vivir en la primera isla desierta que encontrara, pero pense en que hasta los monos llevarian la dichosa pulsera, con tal de que la pulsera no me dejara en paz.
-Muy bonita. -Dije lo mas inocentemente que pude.-Y... ¿No sabes si es unica no?-Pregunte como si nada.
-Pues... no estoy muy segura pero creo que no hay mas copias, se la compre a uno que me dijo que solo habia una unidad de cada modelo.
-Ah, que bien. Asi es especial.
-¿Te pasa algo? Estas muy rara.
-No, no estoy perfectamnte. Bueno un poco cansada, lo mejor sera que valla a descansar.-Dije antes de desaparecer corriendo.
Cuando llegue a casa de Azucena, la vi jugando con Rosa en el cesped, tenia la pulsersera puesta. La pregunte donde y cuando habia conseguido la pulsera:
-Mi abuela la hizo para mi hace tres años.
-¿Y no hay ninguna igual?
-No, es imposible que alguien la tenga porque solo existe una.
-¿Estas segura?
-Segurisima, ¿por qué?
-Porque Lorena la tiene igual.
-¿Lorena? ¿Quien es esa?
-Es mi mejor amiga, ya la conoceras.
-Vale. Por cierto igual te a parecido la misma pulsera y sin embargo, lo que pasa es que son muy parecidas.
-No lo creo.
-Tú veras.
-Bueno adios que ya es hora de comer.
-Hasta luego.
A la hora de la comida no pude parar de darle vueltas al tema de la pulsera. ¿Como podia pasar eso? Era algo extraño que me llenaba de desconcierto y me agoviaba. Si lo de la pulsera duraba mucho mas, iba a acabar volviendome loca y eso no estaba dentro de mis planes, aunque pasar el verano perseguida por una pulsera, tampoco entraba en mi lista. Cuando termine de comer, cogi un libro y me puse a leer, con suerte me olvidaria durante un rato de la pulsera.