...
Me estaba proponiendo cumplir mis fantasías. — Por favor se claro no estoy comprendiendo.
— Elizabeth, no crees que podríamos ayudarnos.— se arrodillo a mi altura y mirándome a los ojos dijo:— Yo tengo un gran apetito sexual, y al parecer tu no quedas atrás, cumplir tu fantasías nos ayudaría a los dos. podría dejar de andar con locas que se obsesionan conmigo y dedicarme a buscar la correcta mientras me quito las ganas...
— ...Conmigo — complete su estúpida oración, me parecía una tontería como habla, no me cabía en la cabeza esta personalidad que estaba conociendo de él. Me ilusione con un chico lindo quien me salvo varias veces y ahora descubro que solo me quiere comer.
Mi cabeza estaba vuelta un lio, dolía y el estrés se apoderó de ella, había tantas preguntas, emociones con las cuales lidiar y sobre todo el que responder en este momento.
— ¿Que dices Elizabeth?— su sonrisa no desaparecía y yo me estaba sintiendo como un objeto, pero estaba cansada, en mi estúpida vida nunca pasaba nada interesante a duras penas había tenido un novio en mi adolescencia, < y saben que mis queridos, me hice su novia porque sentía que estaba atrasada, no había dado ni mi primer beso > gran error, porque después de terminar nuestra relación solo concluí que nunca lo quise y odiaba todo los besos que nos dimos.
— Si, acepto — me puse de pie y lo mire con seriedad para pedir mi libreta mientras extendía mi mano.
— No está de más recordar que solo será sexo — Juro que quise llorar, pero yo más que él, solo quería sexo, no podía verme en una relación con una persona como él, además que nunca he pensado que todos los hombres son iguales y aun guardo la esperanza de conseguir uno diferente.
Hizo un amague con mi libreta pero no la entregó, dijo que la tendría que conservar para leer y darme una experiencia única. Supuse que era cierto y con los ánimos por los suelos salí del lugar, no le permití que me acompañara quería pensar un poco y despejar mi mente.
[. . .]🫧
— Buenas noche mamá — saludé al llegar a la casa, sin recibir respuesta ya que en mi miserable vida solo existía yo y las múltiples personalidades que había desarrollado por culpa de mi soledad.
me lance a la cama con mi ropa húmeda y con esa tristeza que me atacaba algunos días al mes, creo que me llegaría mi periodo porque siempre soy una persona contenta y no suelo quejarme de mi vida, pienso que no es la mejor pero comparada con la de otras personas está demasiado bien. <Soy agradecida, pienso que solo se necesita salud y que no falten las personas que tanto quiero >
— Bueno en definitiva Elizabeth, no eres para nada pervertida en comparación del troglodita de Meliodas. — Me hable así misma.
Tendría que buscar soluciones a mi problema de falta de experiencia. <juro que nunca antes había odiado ser virgen> si tan solo hubiera vivido un poco más mi vida y hubiera gozado de varios penes, porque aunque digan que no es la única forma de vivir, es muy placentero el sexo. A cambio estudiar... no me causa placer, solo problemas de salud.
— Bueno demos un cambio a mi vida. — Hermosa no soy, pero me defiendo... y si una cosa he aprendido es que si tú ves los errores en ti, los demás también, por eso ante todo la seguridad.
Tome mi portátil lo prendí y apague <ja ja ja> por pensar idioteces se me olvido la suciedad que traigo encima, con muchos ánimos me levanté de la cama, quite toda la ropa húmeda y llena de tierra, me mire al espejo quedando asombrada con lo fea que estaba. El rímel se me corrió y parecía una especie de zombi, el labial ni hablar era mate y me hacía lucir como un payaso de lo regado que estaba.
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MIS FANTASÍAS || Melizabeth
Fanfic- El fantasear no va conmigo Elizabeth... pero desde anoche tu imagen se apodero de mi mente y fue la única solución que encontré - Su respiración agitada chocaba en mi cuello mientras sus manos estrujaban mi cuerpo contra él. - Pero a diferencia d...