— Bienvenidos a su clase de Química... blablabla
«Aay Dios debo cambiar»
A este paso terminaré sin virginidad y perdiendo todas las materias.«Yo sé porque lo digo»
Y es que sucede que no tengo ni idea de la explicación del profesor.
— ¿Por qué?
Pues en este momento solo estoy escribiendo otra de mis fantasías ya que a mí mente la invadió uno de esos momentos de "inspiración"
«sí se puede llamar así»A continuación la raíz de mi loca fantasía:
— ¡Elizabeth despierta dijiste que ayer llegaste tarde!
Los gritos de mi madre interrumpieron el sueño encantador con Meliodas tocando mi cuerpo.
— Uuum — estiré mi cuerpo y con pereza me dirigí al baño hoy será un día largo.
[. . .]
Al Llegué a la universidad camine sin sentido, ya que no me acordaba en que salón dictaban la clase de contabilidad. si quería llegar temprano este no era un buen comienzo.
— ¡Aay! soy un imán de mala suerte — pasé mis manos por mi rostro en un gesto de frustración.
Miré mi alrededor buscando un alma de caridad que me guiara a encontrar el salón.
«Si no es mucho pedir; que sea Meliodas por favor»
Como si escucharan mis súplica el chico rubio que se encontraba en mis pensamientos salía del baño acomodando sus audífonos para después meter sus manos a los bolsillos de su pantalón.«Debo estar loca»
Siento que mi saliva se vuelve agua y no es para menos ese chico se ve tan sexy.
Voy a pedir su ayuda para tener su compañía mientras me guía a él salón de clases.
«¡Elizabeth! se va!» mi cerebro espanto mis pensamientos para que reaccionara y me enfocara en la realidad.
— Aay mi oportunidad
Corrí hasta él lo más rápido que pude y a unos cuantos centímetros dije:— E - Espera... — mi respiración agitada casi me impedía hablar. Coloqué mis manos en mis rodillas para inclinar mi cuerpo buscando con desesperación recuperar el aliento.
— ¿Qué quieres? — Meliodas respondió en un tono frío que causó un revolcón en mi estómago.
«Quiero llorar»— Idio... Solo quería saber dónde queda el salón de contabilidad —
«Podrá ignorada, paro yo no me dejo»
Así que si esa es su actitud, la mía será igual.— Ahgs Sí, lo siento. Está cruzando a la vuelta.
— Gracias — una sonrisa idiota se formó en mi rostro y perdone la forma en que me habló más rápido que la velocidad de la luz. «Ilusa»
Me dirigí al lugar que Meliodas había indico como flotando en una nube mientras mariposas revoloteaban en mi estómago sin percatarme que ya había llegado y choque con la puerta enfrente de mí.
— Ouch
Sobé mi cabeza adolorida para después levantarla un poco y encontré un letrero que decía:
— "Silencio por favor"
«Que rabia. Yo que sepa este no es el salón de contabilidad»— Señorita puede hacer silencio; los jóvenes tratan de estudiar.
Un profesor me reclama ya que el golpe que me di contra la puerta no fue el más silencioso. Me encontraba en un tipo de biblioteca donde muchos jóvenes estudiaban y todos levantaron su rostro para mirar a la causante de su distracción.
«Nada peor me puede pasar»— Disculpe ¿no es aquí el salón de contabilidad?. — carcajadas estruendosa se escucharon por todo el lugar
«¿Se reían de mí?»[. . .]
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MIS FANTASÍAS || Melizabeth
Hayran Kurgu- El fantasear no va conmigo Elizabeth... pero desde anoche tu imagen se apodero de mi mente y fue la única solución que encontré - Su respiración agitada chocaba en mi cuello mientras sus manos estrujaban mi cuerpo contra él. - Pero a diferencia d...