CAPITULO 7 LOS ACCIDENTES

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En el plano terrenal, los accidentes físicos parecen sucesos aleatorios. Cuando no son graves, los

etiquetamos como desafortunados; cuando lo son, los llamamos trágicos. Quienes los padecen

parecen sufrir a manos de un universo indiferente que dispensa arbitrariamente destinos de

buena o mala fortuna, con frío desprecio e injusticia. En respuesta, a menudo tememos los

accidentes, y teñimos nuestras vidas con un tono oscuro. Pero, como he comentado en

capítulos anteriores, poco en el reino físico es como parece.

Este capítulo explora una idea aparentemente paradójica: el accidente planeado. Muchos

accidentes son planeados antes de nacer con el propósito del crecimiento espiritual, la ayuda a

los demás, el despertar, y un conocimiento más profundo de sí mismo. El crecimiento profundo

es posible no sólo para la persona que experimenta el accidente, sino también para todos los

demás que tienen contacto con ella y, por último, dado que nuestras vidas están todas

interconectadas, todo el mundo está en contacto.

En este capítulo conocerás a dos personas que experimentaron accidentes catastróficos:

Jason Thurston y Christina. El de Christina ocurrió hace muchos años; el de Jason es mucho

más reciente. Antes de nacer, ambos eligieron enfrentarse a un acontecimiento extraordinario.

EL RELATO DE JASON

-No puede haber nada mejor que esto -pensó Jason mientras miraba la escena que se

desarrollaba en la parte de atrás de su casa en una cálida y soleada tarde de agosto de 2004.

Sus amigos estaban por allí, charlando alegremente mientras esperaban la barbacoa que

Jason y su esposa, Davina, iban a preparar para cenar. Más tarde, después del atardecer, se

reunirían alrededor de una fogata. Los hijos de Jason y Davina, Jaron y Garrett Fox, a quien

llamaban cariñosamente "Fox", estaban jugando en la piscina mientras otros niños corrían por

el césped, riendo y jugando. Jason había completado con éxito su entrevista final para un

puesto de instructor jefe, un trabajo que sería la realización del sueño de toda su vida. Aquel

día, antes, había cortado el césped con una pasada rápida.

-Era superman -dijo, melancólicamente.

Momentos después, el curso de su vida se vio alterado para siempre.

Davina llamó a Jason y le pidió que comenzara a hacer la cena. Juguetonamente, se

alejó de ella y se zambulló en la piscina para salpicar a Jaron.

--Salté como lo hacía normalmente, sólo que esa vez fue diferente -recordó Jason-.

Esa vez me golpeé la cabeza contra el fondo. Fue como si un relámpago me recorriera la

espalda

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-Quise mover los brazos para nadar hasta la superficie, pero no podía. Estaba en el fondo,

El Plan De Tu Alma Ahora... Robert SwartzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora