CONCLUSION

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Han pasado tres años desde que me embarqué en el viaje que creó (en realidad, el viaje que

es) este libro. En este viaje físico y metafísico, he tenido la suerte de escuchar los relatos de

seres muy valientes. En realidad, han sido mis maestros. Así mismo, he aprendido de los sabios

seres espirituales con los que he hablado. Cada uno de ellos ha llenado de emoción mi corazón,

y ha ampliado mi vida.

Gracias a ellos, ahora comprendo el inmenso poder de esta verdad elemental: no somos sólo

nuestros cuerpos. ¿Qué podría ser más sencillo? Sin embargo, para alguien en las circunstancias de

Jason, éste descubrimiento supondría una gran diferencia. Si estás físicamente discapacitado y crees

que ésta es tu única vida y que no eres más que tu cuerpo, el resultado será una desesperación

abyecta. Si, por el contrario, sabes (que es como decir, sientes) que eres un alma eterna, entonces la

consecuencia será una vida totalmente diferente. Si, además, sabes que planeaste tu discapacidad,

que de hecho tiene un profundo significado, entonces tu vida se convertirá en una búsqueda

para descubrir ese significado. El sufrimiento se dulcificará, y el vacío será reemplazado por un

propósito.

En estos tres años, he llegado a creer que todo tiene un significado superior. Mi fe, mi

confianza, y mi disposición para rendirme al decidido flujo de la vida han crecido, aunque no sabré

dónde podrá llevarme su corriente. He llegado a ver nuestro mundo, a pesar de su angustia y sus

desengaños, como algo hermoso. Siento una dulzura en la vida. La siento... en todas partes.

Aunque a veces no es evidente y se ve oscurecida por el dolor, siempre está allí, bajo cada

dificultad, bajo cada circunstancia.

Nuestro desafío es encontrarla en nuestros desafíos.

En los días anteriores a mi descubrimiento de la planificación prenatal, sentía empatía por la

gente que parecía ser menos afortunada que yo, me compadecía de las personas sin hogar, por

ejemplo. Ahora que soy consciente de que esa experiencia aparentemente "mala" podría haber

sido planeada, sólo siento un profundo respeto hacia ellos. Me pregunto a mí mismo: ¿Qué

buscaba aprender, o con qué quería contribuir esta persona? Me digo: Quizá está viviendo

exactamente la experiencia que quería vivir, muestra una enorme fortaleza al vivir un plan de vida

tan difícil. Aunque no sé por qué eligió cada alma ese desafío, sé que la vida fue diseñada con

sabiduría, y siempre con base en el amor. Quizá, me digo a mí mismo, las personas sin hogar

planearon una vida así para que tanto yo como otros podamos ofrecerles ayuda, o una palabra

amable, y de este modo podemos experimentar y conocer la compasión.

Así, he llegado a reconocer que pocas cosas son lo que parecen. Antes de descubrir los

contratos prenatales, me fiaba mucho de las apariencias. Ahora, después de hablar con Jon,

comprendo que un alma puede elegir experimentar SIDA para que al igual que yo, los demás

podamos ser más tolerantes. Después de hablar con Pat, me di cuenta de que un ser puede

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planear ser alcohólico para reclamar su espiritualidad. Tras hablar con Sharon, veo el amor

incondicional de muchas madres y padres, y me pregunto: ¿Planeasteis tú y tu hijo una adicción

a las drogas para mostrarnos cómo es el amor?

En situaciones que antes juzgaba, ahora veo el orden divino. Donde antes veía un defecto,

ahora veo perfección: la perfección de las vidas que se desarrollan tal como las planeamos.

Ese desarrollo es evidente no sólo en los retos, sino también en los aspectos aparentemente

más insignificantes de la vida. Cada hoja que cae de un árbol, cada brizna de hierba que se agita

con el viento... Nada ocurre por casualidad, y todo forma parte del orden divino. Siempre.

Me he dado cuenta, también, de que cada uno de nosotros tiene un propósito divino, una razón

para estar aquí, que va más allá de nuestro propio aprendizaje. Es decir, planeamos

experiencias vitales no sólo para recordar quiénes somos en realidad, sino también para compartir

nuestra esencia única con los demás. Jon enseña tolerancia, Doris proporciona curación, y

Jennifer ofrece lecciones sobre la verdadera comunicación. Nos han obsequiado con la amabilidad

de Bob, con la compasión de Penélope, con la profunda fe de Pat, y con el incansable corazón de

Sharon. Valerie nos muestra que el amor es eterno. La resistencia de Jason nos ilumina, y Christina

nos ayuda a ver la luz en la aparente oscuridad.

Cada una de esas almas ha venido aquí para ser el amor que son.

Todas ellas son almas valientes.

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El Plan De Tu Alma Ahora... Robert SwartzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora