CAPITULO 15

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Pasado.

Caminaba tranquilamente después de su parada al cementerio, era usual para ella el ir a visitar a su padre el día de navidad, Takemichi se había marchado de casa temprano pero le había enviado un mensaje hacia poco por lo que estaba algo calmada.

Tenía la ligera impresión de que algo ocurriría ese día.

Por lo que cuando aquel chico pelirrojo corrió hacia ella en mitad de la calle no fue ni de cerca lo peor que podría haber pasado para lo que tenía separado ese día

--Kyoto-san...-- susurro ella al verlo tan agitado.

--¿Podemos hablar? Perdón si te asuste-- indico el chico con la respiración algo agitada por el trayecto recorrido

--eh, si.

Hacia unos días que no se veían, por lo que no le pareció raro.

-- me contaron unos chicos que te vieron con unos locos de una pandilla del sur en un restaurante, estaba preocupado.

Yumi parpadeo ligeramente, claro, había pedido a Taiju un sitio público para evitar que tratara de hacer algo en su contra, pero eso también repercutía en el hecho de que varias personas la habían visto reunirse con el

Intento sonreír.

--no es nada-- le resto importancia.

El chico le miro preocupado, no pudo evitar dar su opinión referente a eso.

--se que por el hecho de que tú hermano pertenezca a la Toman te estás arriesgando de más, podrías...-- miro a otro lado nervioso--¿Podrías intentar alejarte de ellos?

--¿Eh?

--lo digo porque me preocupas, el mezclarte con ese tipo de personas solo te lastimara, no quiero que nada te pase y...

--Kyoto-san agradezco que te preocupes por mi, pero está bien, no estoy colocándome en riesgo --indico ella en un intento de calmarlo -- son mis amigos y no pienso darles la espalda.

El pelirrojo bajo la mirada.

-- ¿Porque?

La chica, con toda la paciencia que tenía le relato todo lo que había vivido con los chicos de la Toman, el conocer a Mikey y Draken en aquella pelea clandestina, conocer a Mitsuya y Chifuyu y como Baji al cual al inicio le disgustaba había terminando siendo uno de sus mejores amigos, quería darle a entender lo importantes que ahora eran para ella.

--no te entiendo...-- murmuró él chico.

--no es muy complicado-- expreso ella.

--lo es, por lo que me cuentas, siempre, eres tú la que está para ellos, la que les ayuda y termina involucrada en todo, ¿De verdad son tus amigos?

Aquello lo sintió como una bofetada.

Intento sonreír, pero le era imposible.

Apreciaba a Kyoto y todo, pero no permitiría que hablara así de los chicos.

--lo son, aún con todos los problemas que pasan y la pandilla, son buena gente-- indico ella retomando el camino-- y son importantes para mí.

El ambiente estaba tan tenso que el chico supo que si decía algo más referente desencadenaría la rabia de la chica.

--lo siento... Solo me preocupaba por ti.

--esta bien-- indico ella.

Pero siguió su camino sin detenerse ahí, el pelirrojo observo con disgusto como se marchaba, cuando estuvo lo suficiente lejos, observo su teléfono

AMANECER-- MANJIRO SANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora