AMANECER-- MANJIRO SANO

CAPITULO 25

Pasado.

Despertó unas horas más tarde, con la cabeza maquillandole de dolor apenas y pudo levantar la mirada

El entumecimiento en su cuerpo le hizo quejarse, el dolor en sus brazos era incluso peor que el de la cabeza.

Solo le tomo un momento para notar el causante del dolor, estaba atada de brazos en lo que parecía ser una bodega, quien sabe hacia cuanto que se encontraba en aquella posición, no sentía las muñecas y el entumecimiento en sus hombros le hizo lagrimear.

--desperto, Jefe.

Kisaki no demoró en aparecer, la miraba con una sonrisa siniestra

--Kisaki...-- su voz sonó rasposa.

Alzar la mirada le dolió demasiado, el golpe en la cabeza Escocia, sentía la sangre seca en su mejilla.

--¿Sorprendida? --sonreia macabremente, feliz de verla en aquel estaso--ya me encargue de Mikey, el único cabo suelto es Takemichi, no sé rendira a menos...-- tomo su rostro para que está le viera --...que decida hacerlo por el bien de su hermana.

Comodín

Por eso le había llamado así.

Con la poca fuerza que tenía le escupió a la cara.

Mala idea.

El chico enojado le devolvió un puñetazo directo a la cara.

Ahogo un sollozo al sentir todo a su alrededor moverse, había lastimado aún más sus muñecas al moverse así.

--¿Quien te crees que eres?--Kisaki le miraba enojado, una vena se dilataba en su sien--todos, absolutamente todos son piezas de mi tablero, ¿Te crees diferente?-- la tomo del cabello obteniendo un quejido de su parte-- ¿Quien crees que le dió la idea a Kyoto de crear una pandilla y pelear a ciegas contra Toman? Necesitaba tiempo mientras finalizaba mis tratos con Izana.

Todo conecto en ese momento.

No podía ser cierto, había creído que con echar a Kisaki de la Toman iba a ser suficiente.

--las fotos que iban a casa de Mikey...--susurro ella dándose cuenta.

--fui yo, quería desestabilizarlo.

La rabia en la mirada de la pelinegra no le gustó nada.

--eres despreciable.

Un segundo golpe llegó.

Ahogo un grito al sentir escocer las muñecas, debían estar a carne viva.

--¿Acaso no te das cuenta de tu situación?-- se colocó a su altura para mirarla directamente, degustando cada mueca de dolor de la chica --no olvidó que por tu culpa el imbécil de Baji está con vida, y el haberme delatado esa navidad...-- su mirada se ensombrecio-- si he llegado hasta aquí, es por tu culpa, maldita entrometida.

Fue uno, dos golpes más.

Sentía las piernas temblarle, Kisaki ahora reía al ver su reacción, de verdad estaba encantado con verla sufrir.

--patetico--susurro ella-- n-ni siquiera puedes conmigo a no ser que esté atada, porque si no...--lo miro a los ojos-- ...te tendría suplicando cómo el perro que eres.

Fruncio el ceño ante la osadía de la chica.

--yo gane-- expreso el chico con ira--¡Yo gane!

--no... Estás cantando victoria antes de tiempo --lo miro a los ojos desafiante.

Kisaki fastidiado de la actitud inquebrantable de la chica saco un cuchillo y la apunto en el cuello.

--debo aceptar que me sorprendiste al oponente a mi, eres lista, pero hay algo que no puedes desafiar-- una ligera línea de sangre desendio por el pecho de la chica, el corte era superficial pero la sensación de la sangre cayendo la mareo-- estoy dispuesto a todo, ¿Y tú?