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--abrió despacio la puerta principal y dejando las llaves en una pequeña mesa subió al cuarto de Aidan--

--al llegar, tocó la puerta pero nadie respondió--

Dante: No me digas que tienes el sueño pesado, porque lloro  --fue lo único que dijo antes de volver a tocar la puerta--

-Lo siento, pero no me queda de otra  --giró la perilla y entró a la habitación del jovencito--

El ojiverde estaba completamente dormido.

-¡Aidan!  --lo movió--

-¡¡¡Aidan!!!  --le sacudió la colcha encima--

-¡¡¡¡¡Oye!!!!!  --lo aplastó--  -Increíble, es una piedra.

-Antes que nada, voy a pedir disculpas  --respiró profundamente--  -Aidan, disculpa  --Agarró la parte baja del colchón y con todas las fuerzas que tenía levantó el colchón provocando que el ojiverde caiga al suelo--

Aidan: Por las santas uvas, eso dolió  --se agarró la cintura--

-¿Quién fue el abusivo que me aventó del segundo piso?, ¡hable ahora!

Dante: Per- rarito habías resultado, no te despiertas con nada, que impacto.

Aidan: ¡¡Impacto es el que me acabo de dar contra el suelo!! Si sabes que solo tengo una cintura cierto, UNA. Ayahua  --sobando su cintura--

Dante: Perdóname hermano, pero hay algo que es urgente y necesitas saber  --le ofreció la mano para ayudarle a levantarse pero como el jovencito no le aceptó metió su mano de regreso a su bolsillo--

Aidan: Ay, me duele el riñón  --adolorido, se sobó la cintura baja--

Dante: Eso es por beber mucha coca cola, cuídate también.

--Aidan solo lo miró--

Dante: Pero ya, dejemos este tema a un lado, no te aventé del colchón por las puras.

-Hay algo que debes saber ahora, pero antes de que te alteres recuerda mantenerte tranquilo, ella estará bien.

Aidan: ¿Cómo que "ella"? ¿A quién te refieres?  --se empezó a asustar--

Dante: Hermano, mejor te explicamos llegando al hospital.

Aidan: No manches, ¡¿cómo que hospital?! Dante, ¿quién está en el hospital?  --su preocupación iba en aumento--

--Dante bajó la mirada--

Aidan: Dante, con la salud no se juega.

Dante: Sabes que jamás jugaría con algo así.

Aidan: Vamos ahorita  --agarró la primera casaca que vió y rápidamente salieron de la habitación--

En el hospital, día 1

Sueño de T/N

Yacía sentada en el pasto, físicamente estaba sola pero irónicamente sentía que no era así. El aire fresco acariciaba mi cabello de manera delicada, y el sol no era molestoso, al contrario, era un placer ver cómo hacía brillar las gotas de rocío en unas bellas flores.

No decía palabra alguna, no era necesario, de todas maneras no tenía con quién hablar.

Jamás pensé que algo tan sencillo como ver las flores podría ser tan hermoso.

T/N: Me falta mucho por aprender...

Fue lo único que dije antes de ponerme de pie, quería volver a casa pero no sabía cómo. A decir verdad, no tenía idea de cómo había llegado a aquel bello paisaje.

Antes de encontrar una forma de regresar quise llevarme una de las flores pero cuando intenté tomar una, pasó algo que me perturbó.

Mi mano traspasaba el tallo de aquella hermosa orquídea.

T/N: ¿Qué?  --confundida y a la vez perturbada--

Rápidamente busqué un árbol y fui a él, traté de tocarlo pero fue inútil, parecía que yo... No existía.

Con miedo toqué mi rostro, tenía una mezcla de sentimientos y pensamientos. ¿Podía tocar mi piel pero no podía tocar las cosas a mi alrededor? ¡¿Cómo era eso posible?!

Asustada me senté a llorar.

X: ¿Estás bien? Quiero pensar que lloras de alegría y no por los sentimientos del mundo.

"Dandelions" Eres mi amor primero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora