Chapter X

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Es por eso que me perteneces

Otra vez tenía el dolor de la otra vez, le dolía la cadera y ni levantarse podía, tenía lágrimas secas en sus cachetes, además de que las marcas de desnutrición se hacían notables en el cuerpo de aquel niño, eso a su captor le preocupaba, pues ya llevaba desde ayer gripe, el creía que era momento de ser un poco más blando pues ya se había divertido mucho con él los últimos días.

—Toma, come— Le había traído un plato lleno de comida, se sentó a un lado de él, Finney no lo entendía, algunos días era un demonio, algunos otros era un poco más... ¿Cariñoso?, cuánto iba a tomar el plato Albert se lo quito.

—¿Sabes? Ya es hora de que te vayas ganando tu comida— Dijo entre risa, Finney se sorprendió por lo dicho, sabía a que se refería.

—No hubiera nunca...

—¿Quieres comer por lo menos una vez todos los días? Gánatelo— Interrumpió groseramente, desinteresado por lo que diría.

—...¿Que quieres?— Dijo, fingiendo no saber.

—Tu lo sabes perfectamente

—Quiero que me lo digas a la cara, quiero ver tus intenciones a través de tu vos— Su Raptor sonrió, tomo de la barbilla a Finney y acaricio sus labios.

—No quiero, déjame ya, eres un maldito sátiro de mierda— Dijo, quitando las manos de Albert. Hoy era su cumpleaños y ni siquiera podía tener un día en paz, solo quería de regalo no mirar a ese tipo, pues si, era su cumpleaños, y agradecía que Albert no lo supiera.

—Te destroce... destroce al niño feliz y inocente que antes era ¿No es así?— Dijo, tratando de soñar triste y arrepentido por tales palabras de Finney, obviamente estaba fingiendo, Finney se alegró de por fin lastimar a su captor, pero una risa horrible de maldad apareció de los labios de Albert.

—No te hagas el difícil— Dijo, pues conocía ya las caras de placer que ponía Finney.

—Preferiría ver los qué haces conmigo como un castigo más que como un "Premio por esfuerzo"

—Escúchame niño, yo puedo hacer lo que quiera contigo cuando me apetezca, pero quiero hacerlo mucho más divertido— Dijo, para después pararse y empezarse a quitar el cinturón.

—¿Vez lo que provocas?

—No... me siento mal, muy mal— En los ojos de Finney salían lágrimas, de verdad que ya no quería. De pronto Albert al verlo así sintió pena, así que se detuvo por un momento y luego lo cargó en el aire abrazándolo.

—Tranquilo... e-esta vez no lo are...— Se contenía, pues tenía razón, debía tratar mejor a Finney.

Le devolvió el abrazo, mientras le agradecía con lágrimas en los ojos

...

¿Cuando escaparía de aquí? ¿Hasta cuando Albert dejaría de humillarlo?

Eso se preguntaba aun, aun que ya no tenía mas esperanzas. De echo, aun recordaba el primer día en el que estuvo aquí, bueno, más o menos, era como un recuerdo borroso, ya que ya había pasado un año encerrado en este lugar.

Se preguntaba cuánto tendría contacto con su hermana a través de sueños. Aun se preguntaba si lo seguirían buscando, se preguntaba cómo estarían los demás, se imaginaba cómo sería su vida después de escapar. Se preguntaba a veces por la vida personal de su captor.

Más que nada tenía más preguntas que respuestas, quería ver la luz del día una vez más, pero lo obscuro que tapaban esas ventanas le impedían cumplir ese deseo. Aun así, a la vez, quería quedarse.

...

El Raptor salió a comprar ropa para Finney, ya que necesitaba, pero no esperaba para nada toparse con Gwen.

—No se rinde...— Suspiro Albert ya cansado, Gwen traía una libreta en donde anotaba posibles lugares, sacaba un montón de conclusiones que no aportaban mucho, pero hacía lo mejor para poder ayudar a su hermano, porque lo quería mucho.

Esta vez ella estaba en una tienda al frente de donde estaba Albert, el no le quitaba la mirada a la niña pues trataba de que no lo viera, pero una conversación atrajo su atención.

—Ya no hay más secuestros, Dios mío, que bueno— Dijo una mujer.

—Aun que ya no se toma en cuenta la búsqueda del último desaparecido— Dijo otra, sacando el tema para charlar.

—Pero ya sabemos que todos an muerto— Dijo la primera mujer, con descaro, Albert solo río, no estaría levantando sospechas ahora.

—No todos— Albert no se dio cuenta de cuando Gwen entró a la tienda.

—¿Y tú quien eres para decir eso?— Dijo la mujer, ofendida por la interrupción.

—La hermana de Finney, uno de los niños desaparecidos

—Lo siento mucho, no sabía

—No se disculpe, ¿Pero por que cree que los secuestros pararon de repente? ¿Acaso después de que El Raptor matara a mi hermano se aburrió así nada más? Es un maldito secuestrador en potencia señora, solo que a policía no hace nada— La mujer, o más bien los que estaban en la tienda se callaron, pues era una niña que había sufrido la pérdida de un hermano, lo cual nadie en la tienda le había pasado, así que nadie podía decir que la entendía.

—Dígame dolida, pero yo solo sigo extrañando a mi hermano y tengo esperanzas, tal vez usted esté en la misma tienda que El Raptor, ¿No lo piensa así?— Dijo Gwen, pero antes de irse dio una mirada de odio a Albert.

Lamentablemente, había pasado tanto tiempo que Gwen casi se olvidaba de aquel sujeto, pero aun así, no quitaba la posibilidad de que él fuera el culpable de la desaparición de su hermano, se estaba olvidando de detalles importantes.


Perdón por la falta de trama
Les invito a ver mi otra historia "El negro de Carlos x Cheche" esta cortita, como para verla y disfrutarla en una semana o menos jeje...
También les invito a seguirme en TikTok, "_.victo.rena._" Se que el nombre está raro pero bueno

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