O.Y

1

JUNGKOOK

Termino la llamada y me siento en mi camioneta por un momento, contemplando lo que acabo de escuchar. Dejó que las noticias sean procesadas dentro de mi cabeza. Me sorprende que me ofrecieran un trabajo en fin de semana. No está mal.

—¿Vas a quedarte ahí sentado todo el día o vas a ir a trabajar?—Mi jefe grita desde dentro de la casa.

No me molesto en responderle, sino que salto de la camioneta y lo sigo.

Yoongi me golpea en el momento en que entro por la puerta principal.

—Él está siendo un idiota hoy —dice, señalando al idiota que se retira al que llamamos jefe. Jungk Hoseok. Dirige Jung Construcciones y siempre ha sido un idiota.

—Siempre es un imbécil —respondo, estirando los brazos, preparándome para seguir pintando.
Yoongi sonríe.

—Es cierto, pero debe estar pasando algo más esta semana. Su gilipollez está al máximo nivel.

Me río de las palabras de Yoongi. No encuentro mucha alegría en este trabajo, así que estoy agradecido de tener un compañero de trabajo como él que siempre puede alegrar mi estado de ánimo.

Construcción. Pintura.

Si bien a algunas personas les encanta este tipo de trabajo, a mí no. Nunca imaginé que estaría en la casa de otra persona haciendo realidad sus sueños. No pensé que estaría construyendo una terraza para otras personas. Yo quería jugar al fútbol.

Ahora tienes la oportunidad de hacer algo diferente, dice la voz en el fondo de mi cabeza.

—¿Qué estás pensando? — Yoongi pregunta mientras toco lapared y confirmo que está lista para una segunda capa.

No he tenido tiempo suficiente para pensar en ello. Pero parece que la oportunidad está llamando a mi puerta y sería un tonto si no la tomara.

—El entrenador Morales se retira —le digo.

—¿Como tú ex entrenador de fútbol del bachillerato, ese?—pregunta.

Él no fue a la escuela en Forest Pines. Se mudó aquí hace tres años porque estaba buscando algo nuevo. Alejarse. Es curioso que le parezca una escapada venir aquí, mientras yo me siento atrapado.

—Sí, ese. —Él sabe sobre el entrenador Morales por nuestras conversaciones sobre mi tiempo jugando al fútbol en Bragan High.

—¿Y estás pensando en que él se retira porque …? — Sumerjo el rodillo en el recipiente de pintura y comienzo a aplicar la segunda capa de azul.

Me encojo de hombros.

—Quieren que me haga cargo de su trabajo.

Escucho que algo cae y Yoongi murmura algo en voz baja. Me vuelvo y veo que el cubo de pintura se ha volcado y la pintura azul está por toda la lona. Gracias a Dios cubrimos eso antes de comenzar; de lo contrario, los pisos se arruinarían.

Entro en acción. Al levantar el balde, uso mi rodillo para sacar la mayor cantidad posible de pintura de la lona. Lo enrollo en la pared y repito las acciones unas cuantas veces más hasta que obtengo toda la pintura que puedo sacar del piso. No se puede
desperdiciar pintura, imagino la voz de Hollister en el fondo de mi cabeza.

Odio este trabajo.

—Gracias —dice Yoongi cuando parece que todo está bajo control.

—Con mucho gusto.

—¿Entonces, quieren que seas el entrenador en
jefe?—pregunta, volviendo a nuestra conversación.

—Sí, de hecho, acabo de recibir la oferta por teléfono.

—¿Qué dijiste? —Yoongi presiona mientras se levanta de su lugar y se dirige a la pared frente a mí.

—Dije que sí. —Esa es la verdad. Acepté de inmediato sin pedir más detalles. No necesitaba más información, no la quería. Quería salir de este trabajo. El fútbol fue una vez mi sueño. Ser entrenador, sin jugarlo, es lo más cerca que voy a estar.

—¿Por qué sigues aquí? —pregunta, como en el momento en que acepté la oferta, debería haber salido por la puerta. Sabe que odio este trabajo.

Me encojo de hombros.

—No puedo simplemente dejar el trabajo.

—¿Por qué no? —pregunta, desconcertado.

—Necesito hablar con Hollister al respecto. Me gustaría avisarle con dos semanas de antelación, pero necesitan que entre mañana por la mañana.

—Él no va a estar feliz por eso. Si yo fuera tú, me iría ahora y no volvería a hablar con él.

—Tengo que hacer esto de la manera correcta. —Ya había planeado mi vida antes, solo para que el plan se fuera al infierno. No quiero tener que pasar por eso de nuevo. Quiero asegurarme de que realmente va a funcionar esta vez.

—¿Estás emocionado de empezar de nuevo?

Asiento con la cabeza. Estoy feliz de poder hacer algo que me encanta otra vez. Los últimos seis años de mi vida no han sido los mejores. Aunque empezaron de una manera muy distinta a lo que esperaba, no los cambiaría por nada.

Ni siquiera por él.