Capítulo 2:Grandes Cambios han Llegado

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"¡Papá!" El niño gritó una vez más, antes de soltar la pierna del Slytherin y hacer un gesto con las manos hacia arriba, en señal de querer ser cargado. "¡Papá!"

Lily fue la primera, una vez más, en recuperarse del susto, acercándose al niño, arrodillándose a su lado e incitándolo. "¿Severus es tu papá?" le preguntó al niño, quien asintió vigorosamente, antes de volver a mirar a su papá con los brazos extendidos. "¡Papá, arriba!" exigió el niño.

Esto sacó a Severus de su estupor, mientras retrocedía sobresaltado, mirando al niño con miedo y repugnancia.

"¡No hay absolutamente ninguna forma de que esta máquina de mocos sea mi hijo!" gritó, en completa incredulidad.

"¡Severus!" Lily lo reprendió con una mirada severa en su rostro, efectivamente haciéndolo callar. Miró al niño a su lado, cuya sonrisa se había desvanecido cuando el niño reconoció la falta de una respuesta positiva de su papá. El niño arrugó la cara, decidido a salirse con la suya, antes de tambalearse hacia el cuervo, con las manos aún extendidas. "¡Papá!"

Severus dio otro paso atrás en defensa, causando que el niño se detuviera, sus manos vacilaron y retrocedieron hacia su cuerpo. El niño miró hacia abajo con tristeza, luego pisoteó, mirando a su papá con lágrimas en los ojos, haciendo que el corazón supuestamente negro de Severus se encogiera.

"Papá..." dijo, con la voz quebrada y lágrimas cayendo de sus ojos. Dio otro paso adelante, estirando sus brazos hacia Severus una vez más. "Papá, lleva, por favor", sollozó, las palabras distorsionadas por la tristeza en su tono.

Severus quería ignorar al niño que le hacía señas. Quería olvidar que todo esto había pasado. Quería retroceder en el tiempo y evitar pasar por ese pasillo de tapices, porque así su vida no se habría complicado tanto. No tendría a este niño frente a él llamándolo papá.

Sin embargo, a pesar de todo lo que se dijo a sí mismo y de todo lo que trató de convencerse, cada sonido de desesperación del niño frente a él estaba haciendo que su corazón se encogiera, haciéndolo sentir enfermo. No sabía por qué. Todo lo que sabía era que quería que este niño dejara de llorar. No porque fuera molesto, sino porque no quería que el niño sintiera esta infelicidad desgarradora (tal vez un poco porque era molesto).

Cediendo, el Slytherin se adelantó y tomó al niño en sus brazos, sosteniéndolo contra su pecho. El niño inmediatamente dejó de llorar, agarró la capa de cuervo con su mano regordeta y sonrió amorosamente hacia el Slytherin. Severus sintió una extraña y cálida sensación en su pecho cuando el niño se acurrucó contra él.

"Creo que es tu hijo, Sev", escuchó el hombre detrás de él. Severus se dio la vuelta, sorprendido. Debido a su atención en el niño, no había notado que Lily se movía para mirar al niño por encima de su hombro.

"Mira", murmuró, señalando el rostro del niño, que había estado mirando con curiosidad a la pelirroja. Tiene tus ojos.

Severus volvió la cabeza para mirar de cerca al niño, que había vuelto su atención a su papá, y la Gryffindor tenía razón: los ojos oscuros azul medianoche del niño coincidían perfectamente con los de Severus. Solo el niño tenía adorables ojos grandes de cierva, en lugar del par puntiagudo y brillante que adornaba su propio rostro.

Lily debió haber notado la arruga en el rostro de su amigo mientras contemplaba sus ojos, cuando ella comenzó a reírse. "Severus, sé exactamente lo que estás pensando, y ya te lo dije, ¡no tienes ojos pequeños! De hecho, tus ojos son más grandes de lo normal, ¡y no volveré a tener esta conversación contigo!" tartamudeó riéndose, caminando para pasar frente a su amigo.

Se inclinó hacia adelante, su atención en el niño mientras comenzaba a investigar.

"Entonces, ¿Severus es tu papá?" preguntó de nuevo, llevándola a su siguiente pregunta cuando el chico asintió. Lily se mordió el labio, sonriendo mientras miraba al cuervo, luego volvió a mirar al niño.

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