En el mundo de Naruto con un sistema patriarca part 2

cap 290

Capítulo 290

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Regresar a casa resultó ser extremadamente difícil para Kenshin. Las mujeres no entendían el motivo de su partida espontánea y estaban locamente preocupadas. Su ansiedad crecía cada minuto, y tan pronto como Kenshin puso un pie en el territorio de la fortaleza, varias de las esposas más rápidas inmediatamente corrieron a su encuentro.

- ¿Estás bien? Hitomi preguntó emocionada, examinando a su esposo con su byakugan, y se calmó un poco, notando solo el estiramiento de los tendones y el estallido de la piel en su brazo derecho, simbolizando una estocada extremadamente fuerte.

- ¿Qué pasó? - Al mismo tiempo que Hitomi, preguntó Kasumi, mirando a su alrededor a todos los hijos que llegaban con Kenshin, y cada vez más convencida de sus miedos.

- Sígueme. Ichiro, reúne a todos los hermanos. - Respondió fríamente Kenshin, y sin siquiera abrazarse con sus esposas, entró.

- Kenshin, ¿qué pasó? Hana exclamó emocionada, corriendo a su encuentro, pero solo escuchó una invitación en el interior, dijo en un tono frío.

El mismo destino les sucedió a Aya y Natsumi, y solo Karin, que salió corriendo para encontrarse con su padre, encontró una respuesta en su corazón ennegrecido. Al escuchar su voz, de repente se estremeció y se volvió para ver a un pequeño ángel corriendo hacia él a toda velocidad.

- ¡Papá! ella chilló y saltó encima de él, juntando sus piernas detrás de su espalda.

Sin embargo, la respuesta habitual de él no sucedió. Literalmente cayó en un estupor y no hizo nada, continuando de pie con una expresión perdida en su rostro.

- ¡Papá! ¡Papá! - exclamó Karin asustada, sacándolo de una especie de trance.

- D.. si? Lo siento... - Respondió con pereza, y como si tuviera las manos oxidadas, lentamente alargó la mano hacia su tierna espalda, acariciándola como si sus manos fueran cuchillos sucios, manchados de sangre, y no tuviera derecho a tocar tan tierna criatura.

- ¿Hice algo mal? Karin preguntó con lágrimas en los ojos, abrazándolo con fuerza.

"N-no... Cariño, no hiciste nada de eso... Yo lo hice..." Kenshin respondió al fin, y avanzó.

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Hasta que la mayoría de los hijos, que no estaban ocupados con asuntos importantes, se reunieron en el gran salón ceremonial, Kenshin permaneció en silencio. Ninguno de los intentos de las mujeres emocionadas tuvo éxito, y con cada segundo su entusiasmo solo crecía.

Después de que todos los hijos se alinearan en varias filas, según su estado y posición, Kenshin subió en silencio al podio y, mirándolos con una mirada gélida, proclamó:

"Mis hijos y tus hermanos, vigésimo tercero, vigésimo noveno y trigésimo octavo, fueron asesinados en una emboscada cobarde por los bastardos del clan Nakagawa y el clan Abe.

Tan pronto como Kenshin pronunció el primer nombre, Natsumi de repente entendió todo, y de sus ojos verdes, como dos esmeraldas, las lágrimas fluyeron en un torrente tormentoso y sus piernas se volvieron algodonosas en un instante. De pie junto a ella, Aya instantáneamente abrazó a su amiga y lloró con ella.

La reacción de Kasumi fue mucho más apagada. Desde el exterior, podría parecer que mostró una compostura de hierro, pero en lugar de calma, cayó en un estupor e involuntariamente activó la reacción defensiva de su psique.