𝑯𝒊𝒅𝒆 [𝐌𝐢𝐭𝐬𝐮𝐊𝐨𝐮]

I'm Rinsing Off My Clothes

Sabía que estaba en contra de la ley; sus actos lo delatarían en algún momento. Sin embargo, sus deseos eran más grandes, más fuertes. La ira circulaba por sus venas, estas resaltaban de su piel pálida. Sus ojos mostraban furor, sus pupilas contraídas hablaban por su cuenta. Aquellas cejas decididas al igual que su semblante.

Sostuvo aquel cuchillo, con sus propias manos, dejando sus huellas dactilares en la manilla de este. Lo visualizó por última vez, la saliva del Yugi menor se acostaba sobre la almohada, mostrando sus tan afilados colmillos en su dentadura. Observó esos colmillos con cólera, recordaba las veces en que encontraba marcas en su novio, por los brazos u hombros. Al parecer, a veces el azabache mordía al Mitsuba como forma de demostrar superioridad o lo que es suyo.

Finalmente, las dos manos del rubio se juntaron para mantener firme el arma, apuntando al cuerpo del menor —específicamente el cuello—. Sin más pensarlo, sintiendo su corazón palpitar queriendo salir de su pecho por la alteración y la furia que le generaba ver al culpable de su malestar, de su incomodidad insaciable, apuñaló a su contrincante en la garganta. Lo hizo una vez, y otra vez y otra vez. Pudo percibir como su irritabilidad bajaba, su estrés era saciada.

Examinó su vestimenta. Algunas gotas delataron su inocencia.
"Lo enjuagaré más tarde". Pensó.