tres estrellas | julián álvarez, lisandro martínez, cristian romero.

capítulo 5

advertencia: sexo telefónico, leve degradation kink. y en este caso, cristian: dominante, y lisandro: sumiso.

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cristian estaba feliz, rebosante de alegría y placer. quienes estaban con él podrían pensar que era por el resultado del partido, y no estaban equivocados, esa era una razón entre muchas. habían hecho un buen partido, él estaba satisfecho de su juego y su amigo había hecho un gol.

pero había otra razón, una que estaba en manchester, dos personas que tuvo en mente durante todo el partido.

cuando recibió la primer foto que le había enviado lisandro no pudo evitar suspirar mientras su corazón saltaba emocionado en su pecho. sonrisas hermosas y relajadas, ojos achinados y brillantes, los rayos del sol bañando sus rostros sonrosados.

y, quizás, jugó más concentrado que de costumbre, sin dejar lugar a errores siendo consciente de que ellos lo estaban mirándolo. pensar en ellos concentrados y alentándolo lo llenaba de felicidad que lo incentivaba a dar todo de sí mismo.

la segunda foto llegó y tuvo que tapar su boca para no chillar en el medio del vestuario rodeado de sus compañeros. lisandro sonriendo pícaramente casi pegado al cuerpo de julián como un pulpo, mientras que el cordobés sonreía un poco más tímido pero aún así mantenía su mano firmemente en el hombro del entrerriano, sus rostros notablemente sonrojados aún con la luz tenue de la sala.

se veían absolutamente preciosos y cristian solo quería mágicamente transportarse ahí, junto a ellos, rodearlos con sus brazos y besarlos hasta el cansancio.

—¡ah, el amor! —canturreó heungmin mientras lo empujaba juguetonamente.

—callate, culiá'.

el coreano se alejó carcajeándose. sonrió para si mismo mirando su celular nuevamente. "si, el amor", pensó.

llegó a su casa sintiendo que su energía no se había gastado por completo, culpaba a su mente que repetía con entusiasmo las fotos que le había enviado lisandro. no se quejaba, si era por él se pasaría otra hora mirándolas.

sabía que lisandro lo llamaría así que se puso cómodo en su cama. no planeaba dormir porque no tenía nada de sueño, pero esperaba que la voz suave y tranquila del entrerriano lo ayude a descansar.

—me acostumbré tanto a festejar con vos en qatar que me descoloca no estar ahí con vos. —la voz distorsionada pero aún suave de lisandro se oyó del otro lado de la línea.

—basta, no. no digas eso que me muero —gimió frustrado pasando su mano por su cara mientras oía la risa del entrerriano—. qué gil, ¿te parece reírte de mi sufrimiento?

—perdón, mi amor. pero me muero por estar con vos y felicitarte por el partido. lo bien que te veías...

—lisandro-

—... con esa carita de enojado. ¿sabes lo que me pone verte en la cancha?

cristian tuvo que cerrar fuertemente sus ojos y respirar hondo. sabe perfectamente el rumbo que va a tomar esto, y también sabe que va a perder el control rápidamente si deja que su cuerpo reaccione libremente.

—qué trola sos, eh. nunca tenés suficiente. —su voz salió una octava más baja que de costumbre y pudo imaginar claramente la sonrisa de satisfacción en el rostro de lisandro notando que estaba logrando su cometido. siempre lo lograba.

—pero es que ahora no te tengo acá conmigo. te extraño cris... —casi podía oírlo ronronear—. es frustrante no poder felicitarte como sé que a vos te gusta...