ISAMU DAZAI

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Se encontraban en una clase de Sexualidad y Reproducción, dónde explicaban el proceso del nacimiento de bebés en Omegas.

Chūya se encontraba casi en su noveno mes de embarazo, cosa que ya no podía ocultar de nadie, pero aún así, los maestros y director del Instituto donde asistían le habían dado el permiso de continuar sus clases de manera normal, siempre y cuando no hiciera esfuerzos mayores.

— Los Omegas tienen, por lo general, un orificio que se abre cuando su celo está presente, y se abre más al tener cerca el pene del Alfa. Después del acto, se vuelve a cerrar, y es donde muchos Omegas embarazados se preguntan. ¿Por dónde va a salir el bebé? Al momento en que el bebé quiera nacer, el mismo orificio se abrirá tan grande como pueda y es ahí donde la criatura podrá salir. El bebé en Omegas sale mucho más pronto que en las mujeres. Es muy doloroso, sobretodo en Omegas jóvenes que incluso han muerto en el parto.

Chūya pasó de estar incómodo, a estar nervioso y preocupado. Tenía miedo de morir al tener a su bebé. El día del parto estaba llegando y ni siquiera conocía los síntomas de ese aterrador momento. Sólo sentía unos dolores ligeros desde hace un par de horas, que con la clase anterior, se habían incrementado.

— Chūya, ¿Te encuentras bien? Estás respirando raro.

— S-Sólo son nervios, no es nada.

Los dolores eran cada vez más fuertes, como si el bebé hubiera estado escuchando la clase y quisiera salir para dar una demostración.

— Ahora, me van a responder un cuestionario que se encuentra en su libro en la página 97. Después de eso, pasará cada uno al frente a explicarnos sus respuestas.

El dolor de Chūya era menos soportable, empezaba a retorcerse de dolor.

— S-Saori-sensei... No me estoy sintiendo bien. C-Creo que es el bebé. Quiere nacer ya...

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Dazai al escuchar aquello, pero nadie sabía que ese bebé era también su hijo, y debía disimular.

La algarabía en el salón de clases comenzó. Platicaban alzando la voz, mientras la maestra prestaba atención a Chūya, quien había bajado al suelo para estar más cómodo.

— ¡Chicos, silencio por favor! Tenemos un caso real en la clase. Chūya-kun, ¿No te molestaría tener a tu bebé aquí frente a todos?

Dazai se levantó de su asiento, no alcanzó a opinar nada cuando...

— ¡E-Es vergonzoso, sensei! Todos me miran raro. Me duele mucho. Sólo quiero ir a un lugar privado.

Antes de que pudiera avanzar, sintió un dolor mucho más fuertes que los demás, el cual lo hizo derramar algo de sangre por debajo, atravesando su ropa. Chūya soltó un grito.

— Chūya, el bebé no puede esperar más. ¿Alguien tiene una sábana o algo con lo que lo pueda cubrir?

Tan pronto como pudieron, una chica consiguió lo que Dazai necesitaba para quitar los pantalones y ropa interior de Chūya, y poder cubrirlo.

— ¡Osamu-kun, ¿Quieres atender el parto tú?!

Cuestionó la maestra, acercándose a ellos para apoyar. Tenía experiencia, ya que por las noches se dedicaba en su profesión de Ginecología Omega, donde atiende Omegas embarazados y sus partos.

— ¡Sensei, la cabeza del bebé, puedo verla! ¿Su cabello es rojo?

Dazai le cedió el lugar a su profesora, mientras que todos observaban con atención desde sus asientos.

— No, el bebé tiene sangre, por eso se ve así. Alguien, tráigame mi kit médico.

— Sensei, ¿Voy a morir? Aguanto los gritos pero los dolores son muy fuertes.

Chūya sudaba y estaba temblando mucho. Su piel se miraba de un tono azul, y eso podría significar riesgo mayor.

— Tienes que pujar más.

Chūya usó toda su fuerza para pujar, y finalmente el bebé salió, llorando a todo pulmón y con sus manitas apuñadas.

— Buen trabajo, chico. Sólo queda descansar. La ambulancia viene hacia aquí para trasladarte a un hospital y puedan ser atendidos tú y tu bebé.

Chūya seguía temblando, pero los dolores más fuertes ya habían pasado y sentía un gran alivio.

— O-Oye, ¿El bebé es lindo?

— Hmm. Es feo, muy feo mientras esté cubierto de sangre. En el hospital podremos saberlo.

Tiempo más tarde...

Dazai regresaba a casa con Chūya y el bebé. Habían pedido un taxi para no tener que molestar a sus padres a altas horas de la noche.

— Camina despacio, Chūya. No quiero que te lastimes más.

Dazai cargaba en su espalda una mochila con las cosas de Chūya y el bebé, y traía al recién nacido en uno de sus brazos, bien envuelto en su cobertor infantil. Con su otro brazo, sujetaba a Chūya por si se resbalaba.

— Isamu es un bebé hermoso. Su cabello es como el tuyo, Dazai.

— ¿Por eso te gustó el nombre "Isamu", Chūya? Porque suena como el mío.

— Claro que sí.

Se miraron entre sí, sonrojados por sus palabras hasta que Dazai recordó algo.

— Mis padres me acordaron una cita a ciegas con una chica Italiana. Quieren que la conozca.

Dazai no hablaba muy convencido de su cita a ciegas. Odiaba eso, pero sus padres eran especialistas en acordarle citas con chicas importantes y extranjeras, de su misma edad.

— Ve, Dazai. Entiendo que tú y yo somos sólo amigos, y que lo único que nos une es este bebé. Pero no soy nadie para prohibirte nada. Quien sabe, algún día conozca a una hermosa chica también y quiera ser mi novia.

El castaño se quedó serio, volteó a ver a su pequeño bebé y depositó un tierno beso en su frente.

— Yo... No cambiaría una cita por mi bebé, Chūya. Él me necesita, soy su padre y tengo que ver por él antes de hacer cualquier otra cosa.

Chūya sonrió, y tomó asiento en uno de los sofá.

— Isamu será muy feliz con un padre como tú.

Un capítulo más largo de lo normal. Espero les guste! Feliz Fin de Semana!

UNA AVENTURA ENTRE AMIGOS [SKK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora