¡Tu ya no me mandas, imbécil [Tordtom]

Capítulo 21: el infierno no está bajo nuestros pies (1/2)

Narrador/a
El mundo era el infierno en tierra, algunos pensarías que el infierno está bajo nuestros pies debido a las palabras escritas en aquel libro donde las serpientes hablan, donde habla de seres de muchos ojos que serían nuestros guardianes y de un paraíso que ningún hombre viviente lo ha visto, pero en realidad el infierno está en plano terrenal, el peor diablo, lucifer, Satanás, como ustedes le llamen no es un ser con cuernos de color rojizo o de un ángel desterrado, es el propio humano que es el peor carcelero para el mismo humano.

En las noticias ¿cuántas veces no se ha escuchado como el ser humano viola, mata, roba, destruye el mundo solo por placer o cegado por sus propias deseos insaciables? Muchas veces. El hombre es el peor animal que ha pisado la tierra, en esta pequeña historia hemos visto como este ser denominados "humano" es capaz de hacer cualquier cosa por saciar sus caprichos, como el estado está corrupto, que tan solo al ver fajos de billetes voltean la mirada para no ver las injusticias que pasan enfrente de sus narices.

¿Cuántas personas ya no están con nosotros por el deseo del hombre? Muchas, nadie escapa de las garras del hombre, nadie está seguro, nadie puede esconderse de las injusticias, nadie puede volver a ser el mismo cuando han abusado físicamente y psicológicamente.

La historia de Tom Ridgewell se escuchó por todo el mundo, como este pobre chico que apenas comenzaba su vida, vivió el infierno en la tierra y no bajo nuestros pies, vivió un infierno por la obsesión de un hombre mayor que el, donde todos sus sueños quedaron destrozados por un hombre, mejor dicho por hombres, aquellos hombres que hicieron que viviera un infierno, que lo dejaron como una muñeca rota de porcelana que nadie se fijaría, que lo dejaron sin un propósito en la vida, sin nadie donde apoyarse en los peores momentos de su vida.

¿Pero como llegamos a este punto de su historia? ¿Porque hablamos de él en pasado? Tomen siento y les contaré el final de su historia, la historia que los medios no pueden relatar sin que un nudo se le haga en la garganta, debido a doloroso, repulsivo que era el final de la historia del joven cantante británico.

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El chico corría por aquel pasillo de hotel, sus piernas querían hacer el amargado esfuerzo de rendirse porque ya no daban para más, ya estaba cansado de ser la presa que escapa de su cazador pero no quería volver al infierno, pero sabía que su cuerpo ya no daba para más, iba ser en vano si gritaba porque nadie iba a venir a su rescate, nadie iba ser su príncipe de brillante armadura que lo salvará de las garras del gran oso que le pisaba los talones.

—Mi pequeño bebé es tan difícil de encontrar pero al fin te encuentro~ — Una voz con acento nórdico pronunció aquellas palabras que hicieron que la piel se le pusiera de gallina al británico—.

El británico se detuvo de manera brusca debido a que su corazón latía tan fuerte que sentía que lo tenía pegado al oído, sentía como sus piernas comenzarán a temblar debido al miedo que estaba experimentando en esos momentos, como todas sus fuerzas le abandonaron haciendo que caiga de rodillas al suelo. Sus cuencas se comenzaron a llenar de lágrimas, no era posible que ÉL lo había encontrado, no, no, no, no era posible, quizás solo era una pesadilla todo lo que estaba sucediendo en aquellos instantes, que en cualquier momento se iba a despertar en su cama junto a su mamá la cual le estuviera tarareando alguna canción para poder calmar su ataque de ansiedad, pero todo eso era su cruel realidad.

—Mi ninfa ¿Por qué huyes de mi? — El otro hombre entró en escena haciendo que su ataque de pánico se hiciera más notorio, sus dos carceleros estaban en el mismo espacio y tiempo—.

El joven británico se intentó levantar del suelo para poder huir pero cuando intento hacerlo, recibió una patada en sus costillas lo que llevo a que cayera al suelo en posición fetal debido al doler que estaba experimentando, ni levantó la mirada para ver quién le dio la patada porque recibió patada tras patada hasta el punto que más de una de sus costillas se rompiera, de sus labios solo salían gritos de dolor, nadie venía a su rescate . . .

—Mi bebé bonito va a necesitar un castigo más fuerte debido a que no hizo caso a daddy —El joven británico solo lloraba en posición fetal debido al dolor y miedo que estaba sintiendo —.

—Mi ninfa no debe llorar, si no, no va poder disfrutar de mi pene como premio por no salir del hotel— Las palabras que salieron de la boca del hombre mayor solo causaron repulsión en el británico el cual se abrazaba a así mismo para protegerse pero sabía que era en vano —.

Continuará. . .