¡Tu ya no me mandas, imbécil [Tordtom]

capítulo 14: últimos pensamientos

Narradora
Recordar el pasado duele, comenzar a recordar todos los errores que has cometido, ver como una decisión te ha llevado hasta donde estás,iremos al pasado para ver el sufrimiento de los amigos de nuestro querido tom, tan desesperados estaban, tan destrozados, la culpa a uno de ellos lo comía lentamente, ¿que pasaría por la cabeza del aquel castaño amante de la coca-cola cuando mandó aquel número a su amigo?
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Narra Edd

¿Fue buena idea mandarle aquel número a Tom? no conozco aquel tipo, me da muy mala espina, pero ya no hay vuelta atrás, espero que Tom esté bien con aquel tipo, no quiero que le pase algo malo por mi culpa, hay que esperar que todo le salga bien. Últimamente se veía decaído por la noticia del cáncer de su madre, se que hay más trabajos para él, pero será tarde cuando pueda conseguir todo el dinero necesario para el tratamiento de su madre.
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Me sentía angustiado, habían pasado meses desde que vi a Tom, la última vez fue en Halloween, me sentí tan culpable, tan miserable, tan destrozado al no saber nada de mi amigo, su madre se veía mejor pero tampoco ella sabía dónde se encontraba su hijo. Con Matt habíamos empezado a poner diferentes carteles con su rostro con el las palabras "se busca" , la policía nos había llamado paranoico diciendo que el iba estar bien, pero nunca lo creí, tan solo si no le hubiera mandado aquel número él estuviera con nosotros aún, aunque estuviéramos en la pobreza, él iba estar a salvo, él fuera feliz o eso creía, no estaba seguro.

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Mi cuerpo no paraba de temblar, las lágrimas bajaban por mis mejillas, entre mis brazos se encontraba el cuerpo sin vida de Matt, quería gritar pero era incapaz, el miedo se apoderaba de mi cuerpo, mis ojos eran incapaces de ver aquel tipo que me apuntaba con un arma en la cabeza, quería gritarle que ya dejará en paz a Tom, pero las palabras se quedaban atoradas en mi garganta como si en cualquier momento iba a vomitar las.

-Si tu no está vivo, mi pequeño Tom solo será mío, solamente mío —Aquellas palabras hacían que llore más, pero me sentía tan incapaz de moverme o gritarle que Tom no era de su propiedad, que él era libre— ¡adiós querido Edd!

Perdóname Tom, fue toda mi culpa, fueron mis últimos pensamientos antes de caer sin vida al suelo. . .

Continuará. . .