¡Tu ya no me mandas, imbécil [Tordtom]

Capítulo 8: Corrupción

Narra Tom
¿Cuánto tiempo estuve esperando por mi salvación? No lo sé, pensé que quizás la policía hubiera venido a mi rescate, lo más seguro que escondieron las cartas de socorro bajo una alfombra como hacen con los casos que no le aportarían nada de dinero para irse de vacaciones a las Bahamas o otro lugar muy lujoso gastado todo el dinero del estado que le dan o el dinero que le dan los criminales para que calle y no investiguen el caso. Lo más probable que Tord haya hecho que los policías no me busquen, que me pudra en este maldito infierno que ahora vivo cada día de mi insignificante vida, cada día que pasa siento que pierdo más la cordura, solo quería llorar hasta quedarme dormido y ya no despertar como he dicho anteriormente, quisiera escribir pero el bastardo me ha quitado las pocas páginas y colores que me había dado porque se había enterado que yo escribí diferentes cartas de socorro que una que otra había llegado a las manos de los policías, aquel día en mi cuerpo aparecieron más heridas y moretones, mi parte baja estaba destrozada debido a las múltiples violaciones que he sufrido a lo largo de estos años, meses, semanas? No lo sé, he perdido la noción del tiempo desde hace mucho.

Estaba en una esquina del sótano, mirando las paredes las cuales tenían diferentes dibujos hechos por mí que no tenían un sentido alguno, solo los hacia cuando Tord estaba presente debido que piensa que me puedo quitar la vida con un lápiz, aunque razón no le hacía falta, solo quiero estar en el infierno verdadero o en el cielo, no sé dónde iré pero eso ya no me importa sólo quiero irme de este maldito lugar, sentí mis lágrimas caer nuevamente por mis mejillas pero está dejaron de caer cuando la puerta del sótano fue abierta, mi cuerpo comenzó con  leves espasmos debido al miedo que comenzaba a sentir.

—¿Dónde está mi bebé favorito?—Dijo con un tono que me causaba escalofríos aún, solo quiero salir huyendo de este lugar, correr hasta que mis piernas hicieran un amargado de rendirse. Había escuchado como el recién llegado se quitaba el cinturón de su pantalón—

—Por favor no quiero —las lágrimas de nuevo habían comenzado a caer por mis mejillas—

¡La policía son unos malditos corruptos! Solo buscan el dinero para pagarse cosas lujosas, hay algunos que son la excepción, espero que uno de esos hallen mis cartas para que vengan a mi rescate, es absurdo lo sé, pero me intento aferrar aquella idea de poder salir de este lugar y poder vivir una vida tranquila de nuevo o eso espero, mi mente cuando salga de aquí quizás mi mente esté muy jodida, con aquellos recuerdos de las manos del noruego dándome aquellas asquerosas caricias que yo no deseada

La corrupción es los que me ha llevado donde estoy, quizás uno de mis guardaespaldas me vendió por el sucio dinero que quizás le dio el estupido que se encontraba abusando de mi en estos momentos. Intento que mi mente se distraiga pero ya no funciona, hasta está me juega malas pasadas, pensado que esté graba como me viola y lo vaya a subir a una de esas páginas turbias donde están degenerados como él, tan solo pensarlo me causó más náuseas. En medio del acto había vomitado porque Tord había hecho que tragara su semen y orina, me causó repulsión, pero este hizo que me tragara mi propio vómito diciendo que solo eso iba a comer durante estos dos días, que solo me daría agua para que no muriera y pan con musgo

Antes que se fuera de sus bolsillos robe una especie de pastillas, quizás sean para dormir, es lo que necesito para provocar una sobredosis en mi cuerpo para morir, es lo que más deseo.

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¿Dónde estoy? Abría mis ojos de manera perezosa debido que sentía mis párpados muy pesados, como si mis pestañas estuvieran pegadas entre sí, al abrirlo pude ver el techo blanco y una luz que hacía que mis ojos comenzarán a arder, pero mis momentos pacíficos fueron interrumpidos por la voz de aquél que hacía que me quiera morir.

—¿Qué pensabas hacer, baby? Morir sin mi permiso? —puso sus manos alrededor de mis cuello como si me quisiera ahocar, se que no lo haría debido que soy como un premio para el— sabes estos doctores están tan corruptos que por un fajo de dinero harían cualquier cosa por mi, el dinero hace que todos estén de rodillas ante ti como si fueras un rey

Como dije el dinero hace que las personas hagan cosas malas, quería llorar pero no lo haría enfrente del bastardo que comenzó a besar mi cuello, por favor alguien que me venga a rescatar. . .

Continuará. . .